Francisco Garfias
Brenda Velázquez quiere ser senadora por Nuevo León. Tiene las credenciales y el posicionamiento en las encuestas para integrar la fórmula azul.
Ha sido diputada local, diputada federal, consejera estatal, consejera nacional y anda bien en las preferencias electorales.
La bronca es que la dirigencia estatal de ese conservador partido le niega el derecho a registrarse como precandidata.
El argumento que esgrimen parece salido de los mandamientos de La Inquisición: Está embarazada y no puede hacer campaña.
Tiene mensajes por WhatsApp donde se cuestiona su candidatura, testimonios de sus compañeros que le advierten la van a bloquear por su estado de gravidez.
Su hijo nace el 5 de marzo. Va a ser varón. Las campañas empiezan el 30 del mismo mes. Está convencida de que puede y quiere ganar votos “de casa en casa” para ir al Senado.
Pero los dirigentes locales del azul no lo ven así. Para taparle el ojo al macho esgrimen un segundo argumento: No pueden ir dos del mismo equipo.
“¡Es una fregadera lo que está pasando. Estamos en pleno siglo 21!”, sintetizó la diputada federal.
Su caso no está perdido. En la fórmula del Comité Estatal del PAN aparece Alejandra Sada en el lugar que le corresponde a una mujer, pero la decisión final sobre las candidaturas de mayoría la tomará el Consejo Nacional el próximo martes 20 de febrero.
Veremos si hay sensibilidad en los administradores del PAN.
- Por cierto, que la lista de candidatos panistas al Senado por la vía plurinominal quedó definida anoche. Josefina Vázquez Mota lleva la posición número uno. Fue por unanimidad. Era un compromiso de Ricardo Anaya que aquí dimos a conocer ya hace muchos meses.
La dos es para Miguel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Hay resistencias en el azul, pero no lo moverán de allí.
Indira de Jesús Rosales San Román, secretaria de Desarrollo Social en Veracruz, está en la tres.
Damián Zepeda, Kenia López Rabadán, Rafael Moreno Valle, Cecilia Romero, Marko Cortés, Adriana Aguilar Ramírez y Luis Felipe Bravo Mena, en ese orden, completan la lista del cuatro al diez.
La inclusión de Zepeda también provocó polémica. No les gustó a varios panistas que se incluyera en las pluris siendo el jefe nacional del partido.
- Se consumó el dedazo en Chiapas. El PRI postuló, unilateralmente, a Roberto Albores como su candidato a gobernador del Estado. La coalición con el PVEM está a punto de volar en pedazos.
¿Qué sigue?, preguntamos al senador del Verde, Luis Armando Melgar. “Nos vamos separados y el PRI se hunde”, respondió.
¿Y quién como candidato? ¿Eduardo Ramírez o tú?
—Así es—, confirmó.
- Muy sonriente andaba ayer Jesús Ortega. Siente un “optimismo razonado” de que Ricardo Anaya, candidato presidencial del Frente que integran PAN- PRD-MC, puede ganar el primero de julio.
El proceso electoral ya está polarizado entre AMLO y Anaya. Lo asegura. “Se ve muy difícil que Meade remonte. Tendría que pasar algo extraordinario”, nos dijo.
¿Y en qué funda ese “optimismo razonado” si López Obrador encabeza todas las encuestas?
“Andrés siempre ha subido en tiempos de campaña. Ha llegado a más del 40 por ciento en la intención de voto y empieza a bajar. Acuérdate de la anécdota de Roy Campos cuando le dijo, en plena campaña: ‘Felicidades, presidente, ni queriendo pierde…’”
Y perdió.
- A Pepe Meade le gustaba presumir que el PRI era el único partido del que no se había salido nadie, a pesar de que lo hicieron candidato sin ser militante del partido.
Eso ya cambió. Bajas las hay. Inconformidad, también.
El sonorense Antonio Astiazarán renunció ayer al Revolucionario Institucional luego de 30 años de militancia. Quería ser senador.
No le gustó que “bajo pretextos infantiles”, ni siquiera lo dejaran competir por la senaduría.
Le dijeron que después de 30 años de militancia desconoce los documentos básicos del partido.
En una dura carta que envió a Enrique Ochoa, líder nacional del partido, señala:
“La dirigencia nacional que Usted encabeza dista mucho de apegarse a los valores de democracia y justicia social que nos dieron origen e identidad. Es verdad, como diría Reyes Heroles, que sería engañarnos a nosotros mismos decir que ya alcanzamos dichos ideales.
“Ustedes confunden partido en el gobierno con ser gobierno. Sin el más mínimo afán de construir consensos al interior e imponiendo decisiones cupulares, la dirigencia dejó de ser leal con sus leales.”.
¡Órale!

