Francisco Garfias

En cosa de días quedará resuelta la acción de inconstitucionalidad que promovieron senadores de la oposición contra la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos.

Este ordenamiento prohíbe a los burócratas ganar más de los 108 mil pesos que mensualmente percibe el Presidente de la República.

Por lo que hemos podido averiguar, habrá buenas noticias para López Obrador. La acción de inconstitucionalidad no será aprobada.

Se requieren 8 de los 11 votos de los ministros del tribunal constitucional para echarla abajo.

Fuentes judiciales nos dicen que la mayoría de ministros favorece la acción de inconstitucionalidad, pero que la llegada de los nominados por AMLO –Juan Luis González Alcántara y Yasmín Esquivel—será determinante para que se deseche la controversia.

“Muy pronto se sabrá quién es quién en la Corte”, nos dicen las fuentes.

No es necesario un sesudo análisis para saber que Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN, está también en ese bloque proAMLO. Hay uno o dos más. ¿Quiénes son? Lo sabremos cuando se vote la acción de inconstitucionalidad.

No está de más recordar que el ministro Alberto Pérez Dayán concedió en diciembre la suspensión a la famosa ley elaborada hace años por Pablo Gómez.

Ese atrevido acto llevó al grupo parlamentario de Morena a pedir juicio político en contra del juzgador quien, por cierto, votó en contra del desafuero de AMLO en tiempos de Fox.

Por primera vez, el ala política del FPR, denominada Frente Popular Revolucionario, firmó ayer un comunicado conjunto con la Unión de Trabajadores de la Educación, que integra el sector más radical de la CNTE (Chiapas y parte de la sección 22).

En el documento llaman al magisterio nacional a no bajar la guardia y tomar las calles “ahora”, para evitar que se apruebe la Reforma Educativa, que para ellos es una “imposición oligárquica del gobierno de la 4ª T”.

Peor aún. Amenazan con “desenmascarar” a dirigentes que integra la CNUM (comisión negociadora de la CNTE).

Dicen que se pusieron del lado de “nuestros enemigos de clase”, y que dieron su aval a la estrategia del gobierno de AMLO y de Morena.

“La CNUM dio el aval en la mesa de negociación, lo que sería muy grave y un acto de traición, porque el Congreso Nacional Extraordinario (de la CNTE) fue claro en orientar: abrogación, no simulación”, dice el comunicado.

Más: “La anunciada imposición de la reforma AMLO-peñista sólo se puede impedir con la activación inmediata de la alerta máxima del CNTE y salir a las calles”.

El comunicado refleja que la comisión negociadora de la CNTE pactó lo que algunos llamaron un “pleito arreglado”.

Le da peso a las sospechas de que el paro de 48 horas, anunciado por la dirigencia de la Coordinadora hasta el próximo primero de mayo —una vez que la minuta sobre educación se haya aprobado en el Senado—, sólo es para taparle el ojo al macho.

También hay noticias del SNTE, que integra al 90 por ciento de los 2 millones 400 maestros que hay en el país. No sólo votó ayer por la Reforma Educativa, sino que se declaró “aliado” del presidente López Obrador.

“Nos ratificamos como el ejército intelectual que, como ha sido siempre, está del lado de las instituciones”, dijo el secretario general del sindicato, Alfonso Cepeda Salas.

Cepeda y la cúpula del SNTE aplaudieron el dictamen que aprobaron los diputados.

Dicen que está integrado, en un 80 por ciento, por las propuestas que hicieron los maestros.

No tuvieron empacho en urgir al Senado y a los Congresos estatales a aprobar cuanto antes la minuta.

“Hemos decidido ratificar nuestra decisión de acompañar al Presidente y a las instituciones.

Participaremos para difundir los objetivos y contenidos de esta nueva reforma para la educación”, puntualizó Cepeda.