ALEJANDRO LELO DE LARREA
Dos días después de que se hizo pública su renuncia a la Dirección General del IMSS, Germán Martínez fue respaldado públicamente por la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, y por el presidente del Senado de la República, Martí Batres.
Ambos pasaron por alto que le estaban dando su apoyo a quien es considerado por muchos en Palacio Nacional y en el movimiento como «Germán de Troya», el infiltrado del conservadurismo.
Fuentes de Palacio no tienen duda de que son obra de «Germán de Troya» las recientes filtraciones de desabasto de medicamentos, contratos para adquisición de éstos con destacado integrante del
Gobierno Federal, y la falta de entrega de recursos para atención médica en las poblaciones más pobres del país.
Tan es así que, refieren, uno de los medios que publicó información referida es dirigido por el compadre de «Germán de Troya».
López Obrador habló bien de Martínez el miércoles. Pero el día previo que se supo de su renuncia, sin aludirlo, dijo: “Hay políticos como arroz, o que se sienten políticos, pero en realidad es pura gente oportunista, arribista, trepadores, convenencieros, sin ideales, sin principios”.
Error de Yeidckol y Batres arropar a Germán de Troya.
Sobre mi columna de ayer, recibí una llamada de Leticia Salas. Dijo que no fue en su administración en el Canal del Congreso que se adquirió la unidad móvil Mercedes Benz de 40 millones y está desvalijada. Que tampoco en su etapa fue lo de las facturas falsas, ni la adquisición de cámaras que no aparecen.
De si está metiendo las manos en la designación del nuevo director de ese Canal, ni lo afirmó, ni lo negó.

