Por Sonia Jessica González

El objetivo de compartirte mi experiencia laboral en Diario Impulso Estado de México, es para alertarte sobre la situación que experimenta la empresa y evites el trago amargo de trabajar ahí.

Hoy me desperté con un tema en mi cabeza; por largo tiempo me quedé callada, quizá porque quisiera evitar a toda costa conflicto alguno; sin darme cuenta que él hecho existe, es vigente y no sólo yo lo experimento; se trata de la injusticia laboral, en México muchos la hemos experimentado, lo menos que podemos hacer es levantar la voz.

Evita a toda costa laborar para la empresa Impulso Estado de México; no pagan, no dan prestaciones y además se deshacen de los trabajadores con estrategias de mala fe, para evitar remunerar sus nóminas atrasadas y liquidaciones; usan al empleado y se la llevan con promesa de pago y nóminas exporadicas, incluso con falsos compromisos.

Yo soy una de sus victimas, por años confíe y cumplí a cabalidad con mi desempeño laboral, mi estancia en la empresa acredita mi profesionalismo, ninguna queja tuvieron mis jefes en esos 15 años, me desempeñe tanto de reportera gráfica como de editora de información en la página web y redes sociales, por algún tiempo fuí Subdirectora, pero salió peor, porque yo tenía que poner dinero para abastecer necesidades básicas dentro de la redacción, así que pedí regresar a mi puesto habitual.

Vi nacer la empresa como Milenio Toluca; una de las mejores en el medio periodístico en ese entonces (1994), después por cuestiones internas, fue nombrada Impulso Estado de México dirigida el por Lic. Elíseo Lugo Plata, director, (en paz descance), la vi florecer y también experimente su agonía cuando la Lic. Adriána Tavira tomó el lugar de Elíseo Lugo.

La empresa está en decadencia, no por falta de dinero; convenios hay, lo que no existe es una buena administración, en fin… no es un secreto lo que escribo, en los medios locales todo mundo lo sabe; quienes están a cargo y aparecen en el directorio del periódico son: como dueño, Presidente y Director General el señor Alejandro Enrique Zendejas Hernández, Subdirector general Juan José Zendejas Salgado (hijo), cómo Directora editorial y encargada del personal la licenciada Adriána Tavira García, que por cierto es, la creadora de estrategias para sacar (sin despedir formalmente) a los trabajadores; sin pagos, sin liquidaciones o algún derecho aplicable, haciéndose la víctima y negando toda responsabilidad, así como Judas en los tiempos de Jesús.

Cabe mencionar que durante largo tiempo soporte comentarios inadecuados y amedrentadores por parte de la Lic. Adriana Tavira, con la esperanza de que en algún determinado momento la tormenta pasaría y nos fuese remunerado el trabajo; recuerdo que un día le pregunté por el pago de la nómina ¿Cuándo es que nos depositarían? y me contestó que «ella no tenía la culpa de que yo siguiera en la empresa, que si mi perfil era tan alto, que me fuera, que la puerta estaba muy grande si no me parecían las condiciones, que atrás de mi había varios que trabajarían en mi lugar»

En otro momento y hablando sobre el mismo tema, me dijo que, «el haber tenido a mi hijo me arruinó mi crecimiento profesional y que si mi pareja no me daba dinero en tiempos de escasez, entonces ¿para qué me servía?

Cómo parte de los pretextos que ponía, estaba que gobierno del estado no había pagado los convenios, que estaba retrasado, sin embargo, distintas fuentes en su momento, validaban todo lo contrario y uno terminaba enterándose que mientras la licenciada Adriana Tavira, ocultaba la información, el dueño del Periódico, se gastaba el dinero, en lo que consideraba era más prioridad, que pagarle a sus trabajadores.

Lo cierto es que, uno aguanta mucho esperando recibir la retribución por el trabajo realizado; quizá debí haber terminado mi relación laboral antes con la empresa, garantizado que me pagaran lo correspondiente a mis 15 años y dos meses de trabajo, pero no fue así y ahora esta la realidad que vivo, me hace expresarme de esta manera; tristemente muchos de mis compañeros que trabajan ahí siguen igual; viviendo de promesas y sin ningún compromiso por parte de el dueño de la empresa, como de la Directora editorial, sobre la remuneración de los pagos.

Este tipo de empresa viven gracias a la evasion de impuestos, de evitar pagos de seguridad de social y de nóminas a sus empleados y aun así es apoyada y considerada por el Gobierno del Estado de México, Ayuntamiento de Toluca, UAEM, Cámara de Diputados, Sindicatos de Maestros, DIF, Sector Salud y algunos ayuntamientos del Valle de México, entre otros, quizá sin saber que Impulso Estado de México huye del cumplimiento de la Ley del trabajo en beneficio a sus empleados.

Alejandro Enrique Zendejas Hernández (Dueño), cuenta aproximadamente con más de 30 demandas laborales y de ex socios de sus diferentes empresas (basta una búsqueda en Google), lo que nos permite ver, que es un genio en el tema de jugar chueco, de hacer y deshacer para verse ganador sin importarle en lo más mínimo la situación de sus empleados, exempleados y colegas; lo único que le importa, es mantenerse en su estatus social a costa de todo lo que sea necesario, incluso llegar a acuerdos y favores con funcionarios y trabajadores públicos en la Secretaría del Trabajo, por tal motivo, las demandas no proceden.

Cabe dejar claro y por escrito, que al haber publicado mi experiencia con esta empresa, segura estoy que no será de su agrado, por lo que responsabilizo de cualquier daño a mi persona, a quienes antes mencioné; dejando en claro que soy una persona pacífica y exenta de todo tipo de conflictos, tanto de manera personal, como profesionalmente hablando.

Hasta este momento los colaboradores interinos, siguen experimentando la misma realidad y el señor Alejandro Zendejas como dueño del medio, no se ha echo responsable de la remuneración laboral, que también yo experimenté.

Hago un llamado a las *nuevas generaciones* de no caer en el fraude laboral de dicha empresa; a mí aún me deben 5 meses y nueve días de trabajo, me sacaron a la mala, sin dar la cara, sin algún tipo de pronunciamiento por escrito o algo que avalara su «aparente» inconformidad por la actividad que desempeñaba y actualmente ninguna respuesta a la solicitud de pagos pendientes.

Todo empleado espera recibir lo justo sin vivir con temor a represalias y con la esperanza de recibir los derechos que específica la ley del trabajo; hoy los estragos de haber sido leal a mi labor profesional en Impulso Estado de México me ha dejado un gran aprendizaje: *Todo trabajador merece sus pagos a tiempo, prestaciones laborales que la ley establece, un trato de digno y por supuesto ser valorado*. En fin, ¡Cuidado! no regale su trabajo y evite relacionarse con personas sin conciencia y ventajosas.

El día de hoy 5 de abril del 2020 viviendo el tema del Coronavirus, quiero dejar por sentado, que por alguna extraña razón, me han regresado mi cuenta para poder accesar a la página de facebook del diario para el cual trabaje durante 15 años 2 meses, Impulso Estado de México, de quién en todo sentido fui víctima de su estrategia para evitar cumplir con su responsabilidad ante lo que especifica la ley del trabajo.

El 9 de enero del presente año, el encargado de dar mantenimiento al sistema digital, página web y redes se encargo de cerrar el acceso a mi cuenta para desempeñar mi labor cotidiana como trabajadora, por ordenes de sus superiores la Lic. ADRIÁNA Y el dueño Alejandro Zendejas, sin algún aviso previo a mi persona, sin explicación alguna (despido injustificado y con mentiras) y aun estoy esperando una respuesta para entrevistarme con el dueño o la directora editorial Adriána Tavira quienes dicen que ellos no me despidieron, que por el contrario abandone el trabajo (historia no creíble ni real). Por mí parte no tenía pensado abandonar el trabajo puesto que me adeudaba bastantes nóminas, lo que es notable es que buscaron la manera de deshacerse de mi, a la mala, con tal de no pagar la liquidación y finiquito por 15 años de trabajo.

Aún me deben quincenas atrasadas; al parecer se cansaron de que se les estuviera cobrando, lo que por derecho como empleados debemos recibir, las nóminas quincenales; lo mismo han aplicado a otros compañeros, el más reciente Rafa A. Ybarra y algunas otras compañeras por el mismo motivo de exigir sus derechos de nómina.
Señores las nóminas no se tienen que estar exigiendo, las empresas deben cumplir con los pagos a sus trabajadores y si no pueden con ello, que cierren y liquiden como es justo y como la ley lo marca.

«Empresario retribuye al trabajador por su labor», cumple cabalmente con lo que la ley especifica y no habrá molestia, ni problema alguno. Reitero que hago público este tema personal porque considero que mi experiencia le puede servir a muchos en el medio y nuevos profesionistas en el ramo, para evitarles el trago amargo.

Es tiempo de cuarentena, de reflexionar, de seguir adelante con lo que se tiene, tiempo de agradecer, de valorar, de crecer en unión con la familia y cómo pueblo, tiempo de engrandecer el espíritu más aún que la materia, tiempo de hacer conciencia e interiorizar respecto a los actos y actitud ante la vida, tiempo de valorarnos como humanos.

Si usted leyó hasta el final, quiero agradecerle de antemano su tiempo y atención, esperando que esta cuarentena se encuentre bien de salud y económicamente. Bendiciones totales. Atentamente: Sonia Jessica Glez. López, Maestra en Comunicación Estratégica para Gobiernos e Instituciones.

Este es el relato de lo acontecido a una compañera periodista siempre reconocida por ser excelente profesional y mejor persona.