Ante la contingencia del COVID-19, Banorte espera que la economía se contraiga 7.8 por ciento en 2020, pero no sería la única consecuencia, ya que la tasa de desempleo alcanzaría 7.2 por ciento, lo que superaría el punto más álgido en la crisis de 2008-2009, cuando se ubicó en 6.0 por ciento.

De acuerdo con un análisis realizado por la institución financiera, la situación también generará un menor avance en salarios ante una sobreoferta de trabajo, así como una contracción de alrededor de 20 por ciento las remesas, sobre todo por el impacto del coronavirus en el mercado laboral de Estados Unidos.

Para Banorte, se necesita un mensaje que brinde confianza por parte del gobierno, que incorpore al Poder Legislativo, con el objetivo de incentivar la inversión y el consumo privado, ya que solo así se podrá recuperar una tasa de crecimiento por arriba de 1.0 por ciento de manera sostenible.

“Entre más contundente sea el mensaje y la consistencia que se observe con las decisiones de política económica, así como en las iniciativas legislativas que se presenten, la confianza para invertir se elevará aún más y podremos al menos retomar la tasa de crecimiento de los últimos 30 años de 2.3 por ciento”.

Argumentó además que, si se abona a la certeza jurídica y hay una mejoría en el Estado de derecho para dignificar la profesión policiaca, incrementar el número de jueces por cada 100 mil habitantes y mejorar el sistema carcelario, por ejemplo, México puede crecer a tasas de 4.0 o hasta 5.0 por ciento.

Fuente: NTX