Por Omar Aguilar

El Centro de Estudio para la Promoción y Difusión del Empleo Formal considera inviable el planteamiento formulado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su oferta de crear 2 millones de empleos con obras del Gobierno Federal.

En un comunicado indica que lamentablemente el mandatario confunde ocupación con empleo formal. Explica que no sólo se trata de cifras alegres, sino de un auténtico engaño.

El organismo civil agrega que para que un empleo pueda considerarse “formal”, debe cumplir con todas las obligaciones que marca la Ley Federal del Trabajo, a saber, contar con un contrato de trabajo firmado; pago de aguinaldo y otras prestaciones; goce de vacaciones; prima de vacaciones; derecho a la participación de las utilidades de la empresa; estar registrado en INFONAVIT y en el IMSS; tener acceso a la capacitación, así como a la seguridad e higiene en su centro de trabajo.

“No contento con ignorar y despreciar el crecimiento económico y su método internacional para medirlo (PIB-Producto Interno Bruto), para hablar, en su lugar, del bienestar del alma, ahora se aprestan a ignorar los datos duros y oficiales que arrojan los registros del IMSS, cuyas altas y bajas, dan como resultado el saldo neto de creación de empleos formales en un período determinado”, señala.

El Centro de Estudio agrega que así no solo se perderán más de un millón de empleos formales, serán mucho más que eso. Pero -dice- afirmar que se crearán desde el gobierno dos millones de empleos, mismos que incluyen créditos del INFONAVIT y el FOVISSSTE es un insulto a la inteligencia de los mexicanos.

Destaca que los programas clientelares que presume el gobierno de México no tienen que confundirse con lo que es insustituible: la inversión privada y la generación de empleo formal a partir de la misma.

“En el CEEF lamentamos también que no haya habido la sensibilidad y empatía para apoyar a quienes perdieron su trabajo, y que, en cambio, se haya destinado el dinero de los mexicanos para los citados programas clientelares y los absurdos proyectos de infraestructura anunciados por el propio Presidente de México.