La donación altruista de sangre es un acto que salva vidas y juega un papel crucial en el ámbito médico. En el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra el 14 de junio, la catedrática Cecilia Artemisa Rivero Gómez, del Centro Universitario Zumpango de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), resalta la importancia de esta práctica y su impacto en la salud de miles de pacientes.
Es importante destacar que en 2005, la Asamblea Mundial de la Salud designó el 14 de junio como el Día Mundial del Donante de Sangre. Esta fecha tiene como objetivo visibilizar y reconocer a los donantes de sangre, al tiempo que busca concienciar a la población mundial sobre la importancia de contar con un suministro seguro de sangre.
La donación de sangre permite obtener hemoderivados que son necesarios para transfusiones en casos de diversas condiciones médicas. Tanto en enfermedades crónicas como la anemia falciforme y ciertas talasemias, como en situaciones de emergencia que ponen en peligro la vida de las personas, la disponibilidad de sangre puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Aunque se afirma que la necesidad de sangre es universal, Rivero Gómez destaca que el acceso a ella no es equitativo y a menudo se convierte en un privilegio. Lamentablemente, en la sociedad actual se observa una falta de interés en participar como donantes. Estadísticas recientes muestran que el 40% de las donaciones de sangre a nivel mundial se lleva a cabo en países de altos ingresos, donde solo reside el 16% de la población.
En América Latina, la donación altruista ha disminuido en un 20%, especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19. En el caso particular de México, el país ocupa el último lugar en donación de sangre voluntaria en la región latinoamericana, con una tasa de solo el 5.19%.
A nivel nacional, las estadísticas revelan que la mayoría de las donaciones de sangre provienen de instituciones públicas, principalmente de los centros estatales de Transfusión Sanguínea y de las dependencias afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, es urgente contar con un suministro de sangre segura en todas las regiones y unidades hospitalarias, lo cual solo es posible a través de donaciones voluntarias y no remuneradas.
Rivero Gómez enfatiza la necesidad de tomar conciencia de que todos estamos expuestos a necesitar sangre en algún momento de nuestras vidas. Desafortunadamente, también somos vulnerables a la posibilidad de no tenerla disponible cuando la necesitamos. Es por ello que es crucial fomentar la cultura de la donación de sangre y reconocer la valiosa contribución de los donantes altruistas.

