Francisco Garfias

Alicia Bárcena, la nueva canciller, ha sido entusiasta partidaria del régimen totalitario en Cuba. Fascinada por la revolución de Fidel, la hoy todavía embajadora en Chile escribió un epitafio sobre la muerte del comandante —en noviembre de 2016— que la pinta de cuerpo entero. “Se ha apagado la vida fecunda de un gigante. Abrazo fraterno a Raúl Castro y al pueblo cubano. Hasta la victoria siempre, comandante. #Granma”.

Su nombramiento como sucesora de Marcelo Ebrard es un guiño a los países con regímenes dictatoriales (Cuba, Nicaragua, Venezuela) y un indicador de hacia dónde va la diplomacia mexicana.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, fue de los primeros en felicitarla: “Un abrazo fraterno y deseos de éxito a Alicia Bárcena por su designación en la SRE de México. Ratifico la voluntad de continuar profundizando los vínculos México-Cuba”, escribió en Twitter.

Es también una señal ambigua, por decir lo menos, hacia Estados Unidos, nuestro vecino y principal socio comercial.

Los expertos dicen que los gringos vetaron a Bárcena cuando AMLO la mandó como candidata a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hay testimonios en la red de legisladores republicanos que la consideran “comunista”.

Y, sin embargo, Antony Blinken también la felicitó en redes sociales. El secretario de Estado de Estados Unidos manifestó su deseo de trabajar con ella “para profundizar una de nuestras relaciones más importantes”.

Bárcena sabía que no iba a llegar a la presidencia del BID. El peso del voto de los gringos, por sus aportaciones, equivale al 30% del voto total. La bióloga y diplomática se adelantó a la derrota y se retiró de la contienda por “motivos personales”.

AMLO sacó del Banco de México al subgobernador Gerardo Esquivel y lo mandó a la contienda. Pero al prestigiado economista ya no le dio tiempo de cabildear. En la presidencia del BID quedó el brasileño Ilan Goldfajn.

Alicia Bárcena fue secretaria ejecutiva de la Cepal durante más de 13 años. Su labor fue empañada por su “sectarismo” con aquellos que no coincidían en poner por las nubes al dictador cubano, según el diario católico español El Debate.

La Universidad de La Habana la distinguió con un doctorado Honoris Causa en ciencias económicas. En su discurso de agradecimiento llegó a decir que Cuba era “un ejemplo de cómo un pueblo unido puede cambiar las estructuras de poder”, según la Agencia Cubana de Noticias (ACN).

* A Ricardo Monreal, quien se va a hacer campaña por la candidatura presidencial de Morena, lo despidieron ayer con mariachis en el Pleno del Senado. No le tocaron Las Golondrinas, sino El Rey y La marcha de Zacatecas. Una larga lista de oradores, de izquierda y derecha, se alternaron para hacer un reconocimiento a su trabajo en la Cámara alta.

Deja como herencia la armonía en un muy difícil y diverso grupo parlamentario. Los 53 senadores de la bancada guinda aprobaron, por unanimidad, la elección del chiapaneco Óscar Eduardo Ramírez como nuevo coordinador de la bancada.

César Cravioto, cabeza de los más radicales de esa fracción parlamentaria, queda como integrante de la Junta de Coordinación Política, órgano de gobierno de la Cámara alta.

“Un buen acuerdo. La unidad es lo más importante”, escribió Monreal en Twitter. Luego de hacer un recuento de las reformas, leyes, nombramientos y sesiones que se realizaron durante su ejercicio, Monreal habló por última vez frente al pleno de la Comisión Permanente. El hombre destacó el manejo “honesto y transparente” de los recursos durante su ejercicio. Ilustró:

“En el desempeño de mi función en esta legislatura sólo percibí la dieta de 119 mil pesos. Nunca una nota de restaurante, de avión o de hotel cargada al Senado”.

La víspera buscamos a Eduardo Ramírez, afín a Monreal, para preguntarle si mantiene sus aspiraciones a ser candidato a gobernador en Chiapas o si se queda como coordinador de la bancada guinda hasta el final de la legislatura.

“Llegado el momento participaré. Ahorita nos ocupa el relevo de Monreal”, respondió.

La Comisión Permanente autorizó también las licencias de otras dos corcholatas: el senador del PVEM Manuel Velasco y el diputado federal del PT Gerardo Fernández Noroña.

En su solicitud de licencia por tiempo indefinido, Manuel Velasco escribió: “Ahora iré a cumplir un nuevo reto en mi vida y una de mis mayores aspiraciones en la política con mucha responsabilidad, de cara a la ciudadanía y amor a México”.

Noroña aprovechó la tribuna para decir: “He decidido participar —en la contienda por la candidatura presidencial— porque no deja de ser una paradoja que se requiera un hombre radical para que nuestro pueblo coma tres veces al día; para que se convoque a un poder constituyente que haga una profunda reforma a la Constitución de 1917… “…No le vamos a quitar nada a nadie, pero tenemos que recuperar todo lo es del pueblo para ponerlo al servicio del pueblo”, aseveró.

Publicado en excelsior