La intensa ola de calor que se ha instalado sobre el territorio mexicano ha generado preocupación entre la población, los grupos más vulnerables son los niños y los adultos mayores. Ante esta situación, el médico Mario Gutiérrez Arana, perteneciente a la Clínica Multidisciplinaria de Salud (CMS) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), advierte sobre los efectos negativos que el calor puede tener en la salud de las personas.

El Dr. Gutiérrez Arana destaca que el aumento de la temperatura corporal debido a la exposición a altas temperaturas ambientales puede provocar un golpe de calor, el cual se manifiesta principalmente a través de la deshidratación, sudoración excesiva, mareos, cansancio e incluso desmayos y confusión. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas para protegerse de estos riesgos, especialmente en los horarios de mayor intensidad de calor, que van desde las 10:00 a las 16:00 horas.

Una de las recomendaciones principales es evitar la exposición directa a la luz solar y reducir la realización de actividades físicas extenuantes al aire libre durante los horarios mencionados. Además, el especialista enfatiza la importancia de mantenerse hidratado en todo momento, llevando consigo una botella de agua y, si es necesario, optando por bebidas con electrolitos para reponer los nutrientes perdidos por el sudor.

El uso de protector solar se vuelve obligatorio en esta temporada para prevenir quemaduras en la piel causadas por la intensidad de los rayos UV y UVB. Asimismo, se recomienda evitar la exposición al sol durante las horas críticas, ya que es cuando la radiación solar alcanza su mayor intensidad. Es aconsejable utilizar ropa que cubra el cuerpo, como pantalones largos, faldas largas, camisas de manga larga con telas ligeras, así como complementar el atuendo con gorra y anteojos de sol para proteger la cara y los ojos.

El Dr. Gutiérrez Arana también hace hincapié en el riesgo de enfermedades gastrointestinales durante la temporada de calor. Las altas temperaturas aceleran la descomposición de los alimentos y favorecen la proliferación de bacterias, lo que aumenta la posibilidad de padecer trastornos gastrointestinales. Por tanto, es crucial tener cuidado con la manipulación y almacenamiento adecuado de los alimentos, evitando dejarlos fuera del refrigerador durante mucho tiempo.

En resumen, se insta a la población a no subestimar los efectos del calor en el organismo y a tomar precauciones para proteger la salud, especialmente en los grupos más susceptibles como los niños y los adultos mayores. Mantenerse hidratado, evitar la exposición directa al sol en las horas de mayor calor, utilizar protector solar y llevar ropa adecuada son medidas indispensables para prevenir complicaciones relacionadas con el calor. Asimismo, se recomienda mantener una buena higiene alimentaria para evitar enfermedades gastrointestinales causadas por la descomposición de los alimentos. La prevención y la atención adecuada son fundamentales para disfrutar del verano sin poner en riesgo nuestra salud.