El operativo de rescate del submarino que desapareció durante una expedición a las ruinas del Titanic detectó «restos» en la zona de búsqueda, después de que se cumpliera el límite de 96 horas que se estimaba duraría el aire respirable en la embarcación, un momento clave en los intensos esfuerzos para salvar a las cinco personas que había a bordo.
La Guardia Costera de Estados Unidos informó en Twitter que fue descubierto «un campo de restos» dentro del área de búsqueda gracias a un robot submarino no tripulado (ROV) cerca del Titanic. La información recopilada está siendo investigada y habrá una conferencia de prensa a las 15 (16 en la Argentina).
Los guardacostas estadounidenses se mantenían «optimistas», mientras la situación se volvía cada vez más complicada para los pasajeros del pequeño sumergible de aguas profundas de la empresa privada OceanGate Expeditions. El Titán llevaba aire respirable para unas 96 horas cuando zarpó alrededor de las 6 de la mañana del domingo en el Atlántico Norte. Eso fijaría un plazo límite para el rescate entre las 6 de la mañana y las 8 de la mañana del jueves (hora local), según información proporcionada por los guardacostas estadounidenses y la compañía que organizó el viaje.
«Seguimos viendo en casos particularmente complejos que la voluntad de vivir de las personas también debe tomarse en cuenta. Por lo tanto, continuamos buscando y procediendo con los esfuerzos de rescate», dijo al programa Today de NBC el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense, a cargo de la operación.
Los expertos recalcaron que ese era un cálculo impreciso, y el tiempo de oxígeno disponible podría alargarse si los pasajeros han tomado medidas para conservar el aire. Tampoco se sabe si seguían con vida tras la desaparición del vehículo el domingo por la mañana.
Frank Owen, un experto en búsqueda y rescate de submarinos, señaló que el estimado de suministro de oxígeno es un «objetivo» útil para los rescatistas, pero solo se basa en una «cantidad nominal de consumo». Owen dijo que el buzo a bordo del Titán probablemente está aconsejando a los pasajeros «hacer cualquier cosa para reducir sus niveles metabólicos para que realmente puedan extender ese tiempo».
A bordo del sumergible viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.
Refuerzos
Los rescatistas enviaron más barcos a la zona de la desaparición con la esperanza de que los sonidos detectados bajo el mar por segundo día consecutivo pudieran ayudar a reducir su búsqueda en la urgente misión internacional.
La zona cubierta se ha ampliado a un área del doble del tamaño de Bahamas, en zonas con hasta 4020 metros de profundidad.
Cinco barcos, a los que estaba previsto que se sumasen otros cinco por estas horas, dotados con sonares y equipos de alta tecnología, están peinando una superficie de unos 20.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente el tamaño de El Salvador, y a una profundidad de casi cuatro kilómetros, mientras desde el aire, varios aviones surcan el cielo en busca de cualquier rastro del sumergible.
El Pentágono anunció el envío de un tercer avión C-130 y tres C-17, mientras que el robot submarino enviado por el Instituto Oceanográfico francés se incorporó esta mañana, un elemento crucial para la búsqueda.
Se trata del «Victor 6000″, un sumergible operado por el instituto de investigación francés Ifremer. Trabajando en turnos de cuatro horas, un equipo de dos pilotos navegará y controlará su movimiento desde una sala de control a bordo del buque de superficie Atalante.
Encontraron «restos» cerca de la zona donde se habría perdido el submarino Titan
Las luces y cámaras que tiene Victor 6000 a bordo permitirán que el equipo en la superficie del barco vea en tiempo real lo que hay en el fondo del océano a una distancia aproximadamente equivalente a una pequeña cancha de tenis.
El sumergible francés también tiene dos brazos mecánicos capaces de maniobras extremadamente delicadas como cortar o retirar escombros.

