La mujer de origen tarahumara que fue acusada de asfixiar y enterrar a su propia hija en el municipio de Guasave, Sinaloa, fue encontrada sin vida dentro de su celda en el Penal de Angostura, donde había sido vinculada proceso y puesta en prisión preventiva.
Quien fue identificada como María Luisa, de 27 años de edad, fue encontrada colgada dentro de la celda donde estaba recluida, a decir de las autoridades, utilizó sus prendas de vestir para hacer una cuerda.
La Secretaría de Seguridad Pública informó que los guardias del centro penitenciario descubrieron el cuerpo luego de hacer el cambio de turno y pase de lista por la mañana.
El titular de esta dependencia, Cristóbal Castañeda Camarillo, reveló que estaba recibiendo atención médica debido a un cuadro de depresión, y anteriormente, se había causado lesiones en sus muñecas.
Es necesario aclarar que no se debió a ninguna riña o que se encontraba en algún lugar de castigo, estaba en un lugar de observación debido a que ya había intentado causarse lesiones ella misma”, señaló.
Según las autoridades, la Secretaría de Salud estaba por enviar un médico especializado para brindarle una mejor atención, y habían comenzado un trámite ante el juzgado para trasladarla a un lugar donde pudiera recibir atención psiquiátrica.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos ya inició una investigación de manera oficiosa y dijo que solicitarán un informe a las autoridades correspondientes para valorar la causa de su muerte y deslindar responsabilidades.
María Luisa fue detenida el 13 de abril, y la Fiscalía General del Estado la acusó de feminicidio, luego de haber determinado que asfixió y enterró clandestinamente el cuerpo de su hija junto a un dren agrícola en el municipio de Guasave.
El cuerpo de la menor fue localizado el 21 de marzo, pero no lograron identificarla porque no tenía reporte de desaparición, y nadie acudió a reclamar su cuerpo, el cual estuvo semanas en una funeraria local.
La madre apareció en una casa abandonada, y luego de diversas pruebas, se determinó su parentesco con la menor. Pocos días después, mientras buscaban a una niña extraviada, las autoridades encontraron a un pequeño deambulando por las calles, y resultó ser otro hijo de la misma mujer.
En aquel entonces, las autoridades dijeron que la mujer y sus hijos habían llegado de la zona serrana del Chihuahua, de la región tarahumara, para trabajar en los campos agrícolas de Sinaloa.
Con información de Excélsior

