Debido a la nula presencia de la Guardia Nacional y la policía estatal, la zona diamante en Acapulco, se ha convertido en un territorio sin ley, donde el vandalismo y el caos está a la orden del día.
Esta situación a obstaculizado las labores de búsqueda y rescate de personas que las autoridades locales asignaron a los bomberos de la Ciudad de México, pues los vulcanos no sólo están preocupados por auxiliar a la población afectada, sino también por evitar que les roben la gasolina, víveres y equipo que llevan.
Entendemos que la gente pretende obtener de donde sea y como sea, lo necesario para sobrevivir, mientras les llega la ayuda, pero es necesario que comprendan que nuestra presencia aquí es para ayudarlos en todo lo que podamos, comentaron varios bomberos.
En más de una ocasión, denunciaron, habitantes de la zona les han querido picar los tanques de gasolina para llenar bidones y poder mover sus vehículos para abandonar esta zona diamante, cuyas tiendas de conveniencia y todo tipo de negocios han sido asqueados.
Incluso, la poca agua y víveres que llevamos se han convertido en oro molido para los grupos de saqueadores que ya están bien organizados para obtener a toda costa lo que necesitan y desean, señalaron los “traga humo” capitalinos.
Ante este escenario de rapiña, expresaron su preocupación porque en cualquier momento se de un posible conato de broca ente ellos y los vándalos, por defender sus pertenencias, a fin de continuar con su objetivo de auxiliar a los guerrerenses.
Por tal motivo, hicieron un llamado a las autoridades federales y locales que envíen y refuercen el número de efectivos policiacos y militares para proteger a la población y a ellos, ya que están a merced del vandalismo.
Agencia Parlamento y Debate

