Los avances en el campo de la ciencia de los materiales han llevado a un redescubrimiento y revalorización de los biopolímeros, componentes naturales que han estado con la humanidad desde tiempos inmemoriales. Los biopolímeros, creados a partir de organismos vivos, han demostrado ser una pieza fundamental tanto en nuestra vida diaria como en los avances médicos y científicos de vanguardia.
Según Kimberly Flores Rivera y Virgilio Eduardo Trujillo Condes, en su artículo «El poder curativo de los biopolímeros: de materiales naturales a maravillas médicas», estos polímeros se remontan a civilizaciones antiguas, manipulados desde el año 2000 a.C. y utilizados en la creación de materiales como el algodón, el cuero, la celulosa y el caucho natural, extraídos de fuentes como la papa, arroz, trigo, hongos, levaduras y animales, en especial, marinos.
Estos materiales, por su origen natural, presentan ventajas significativas sobre los polímeros sintéticos. Entre sus características se destacan la biocompatibilidad y las propiedades antimicrobianas, lo que los hace idóneos para aplicaciones en medicina y ciencia. La biocompatibilidad permite su uso en fármacos y en ingeniería de tejidos, abriendo un amplio espectro de posibilidades para su aplicación.
En el campo de la biomedicina, los biopolímeros como el colágeno, el almidón y la elastina han emergido como materiales clave. Estos polímeros no solo facilitan la cicatrización acelerada de los tejidos, sino que también promueven la adhesión celular, lo que ha llevado a su utilización en la creación de hidrogeles, implantes dentales, reparación de fracturas y materiales de curación.
Sin embargo, a pesar de su potencial, Kimberly Flores Rivera y Virgilio Eduardo Trujillo Condes admiten la complejidad inherente a estos materiales. A pesar de su origen natural y sus ventajas, la investigación y la comprensión de su comportamiento y adaptabilidad a las necesidades humanas aún requieren un mayor impulso. Esto plantea la necesidad de aumentar la investigación y comprensión de los procesos para maximizar su potencial y hacerlos aún más adaptables a los requerimientos médicos y científicos.
El potencial de los biopolímeros no solo radica en su versatilidad y aplicabilidad, sino también en su sostenibilidad y amigabilidad con el medio ambiente. A medida que el mundo avanza hacia prácticas más sostenibles, estos materiales provenientes de fuentes naturales se presentan como una opción prometedora para impulsar la innovación médica y científica de una manera más respetuosa con el entorno.
En el ámbito de la ingeniería de tejidos, por ejemplo, los biopolímeros ofrecen soluciones para replicar estructuras biológicas complejas, generando tejidos y órganos artificiales. Estas aplicaciones prometen revolucionar la medicina regenerativa, ofreciendo soluciones a problemas como la escasez de órganos para trasplantes.
Además, en un contexto más amplio, los biopolímeros tienen el potencial de reducir la dependencia de los plásticos derivados del petróleo, abriendo la puerta a soluciones más sostenibles para la fabricación de envases, textiles y otros productos de consumo.
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