Fiscales japoneses allanaron el martes las oficinas del hegemónico Partido Liberal Democrático (PLD), actualmente en el gobierno, por un escándalo de financiamiento que obligó al primer ministro, Fumio Kishida, a destituir a cuatro ministros, informó la prensa local.
La televisión pública NHK divulgó imágenes de cuando los investigadores ingresaron a un edificio donde está la sede de la mayor facción del PLD golpeado por informes de que autoridades recibieron sobornos por 500 millones de yenes (unos 3.4 millones de dólares).
«El partido debe trabajar por recuperar con urgencia la confianza del público», declaró Kishida, quien afirmó que no podía referirse en detalle a la investigación.
Previamente, el secretario general del PLD, Toshimitsu Motegi, calificó el allanamiento como «extremadamente lamentable» y dijo que el partido tomará «las medidas necesarias mientras observa la marcha de la investigación». Cuando se le preguntó si la presencia de Ryuji Koizumi, miembro de la facción Nikai, como ministro de Justicia, planteaba dudas sobre la neutralidad de la investigación, ha declarado que «la investigación debe llevarse a cabo estrictamente».
Kishida destituyó la semana pasada a cuatro ministros, incluyendo al principal portavoz del gobierno por no reportar fondos políticos, como lo requiere la ley. Los fiscales de Tokio también allanaron otra facción del PLD, dos de cuyos integrantes continúan como ministros.
Según la prensa, los fiscales investigan a cinco de las seis facciones del PLD por supuestamente recibir fondos políticos sin declarar. La popularidad de Kishida está en el nivel más bajo desde que el PLD volvió al poder en 2012.
Las prácticas del Partido Liberal Democrático están en tela de juicio después de que su principal facción no declarase parte del dinero recaudado (unos 10 millones de yenes, más de 63 mil 000 euros), un escándalo que ha complicado la imagen de todo el Ejecutivo y también la del propio Kishida.
La Fiscalía también tiene abiertas sus propias investigaciones y la popularidad del Gobierno está ya en mínimos. El nivel de respaldo social ha caído cinco puntos en un mes y se sitúa ya en un mínimo histórico de la legislatura del 16 por ciento. El dato supone además el mínimo desde que el histórico Partido Liberal Democrático (PLD) recuperara el poder, en 2012 y supone un porcentaje inusualmente bajo incluso para el tradicional desencanto japonés con sus autoridades.
Fuente: AFP

