En el mundo académico, la relación entre la docencia y el emprendimiento ha cobrado una relevancia cada vez mayor. La catedrática Elsa Ontiveros Aparicio, de la Unidad Académica Profesional Acolman de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), destaca la importancia de la educación en el desarrollo de habilidades emprendedoras entre los estudiantes de educación superior.

Según Ontiveros Aparicio, la docencia no debería limitarse a la transmisión de conocimientos teóricos; más bien, debería ser un vehículo para cultivar habilidades prácticas que preparen a los estudiantes para apoyar negocios, emprender por sí mismos o contribuir al crecimiento de pequeñas empresas. En sus palabras, «es fundamental dotar a los egresados de habilidades, que no todo se quede en el salón de clases, en la teoría, que ayuden a su comunidad, que tengan las habilidades para generar emprendimientos, para formar su propia empresa».

La catedrática subraya la importancia de la vinculación directa de los estudiantes con el mundo empresarial desde las aulas. En el caso de la Licenciatura en Mercadotecnia, se fomenta que los alumnos establezcan contacto con pequeños negocios locales, aplicando los conocimientos adquiridos en clase para contribuir al desarrollo y posicionamiento de estos emprendimientos. Este enfoque práctico no solo fortalece la comprensión de los conceptos teóricos, sino que también brinda a los estudiantes la oportunidad de aplicar sus conocimientos en situaciones del mundo real.

En el ámbito de la Ingeniería Química, se destaca la iniciativa de que los estudiantes desarrollen sus propios proyectos desde cero. Este enfoque de aprendizaje basado en proyectos no solo despierta la creatividad y la innovación, sino que también prepara a los estudiantes para competiciones como el Concurso del Universitario Emprendedor, donde la universidad ha logrado obtener destacadas posiciones.

Un aspecto particularmente notable es el trabajo voluntario que realizan los estudiantes con pequeños negocios locales. Muchos de estos emprendimientos carecen de elementos básicos de identidad corporativa, como un logo o un lema. Los estudiantes, en colaboración con estos emprendedores, no solo desarrollan estos elementos, sino que también contribuyen a la formulación de una filosofía empresarial sólida. Los resultados son emprendedores agradecidos y estudiantes satisfechos al ver cómo sus habilidades académicas se traducen en un impacto positivo en la comunidad.

Ontiveros Aparicio destaca la importancia de ir más allá de la impartición de clases convencionales. En lugar de limitarse a la teoría, los docentes deben equipar a los alumnos con habilidades que trasciendan el aula y se apliquen en la práctica. Se enfatiza la necesidad de que los estudiantes se involucren con su entorno y desarrollen habilidades de comunicación efectiva, liderazgo y toma de decisiones.