El 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Comida Picante, una festividad que pone de manifiesto la apreciación global por los sabores audaces y picantes en la gastronomía. Mientras que muchos asocian la comida picante con México, la académica Sandra Téllez Medellín, del Centro Universitario Tenancingo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), revela que China lidera la lista de los países que más disfrutan del picante.

Desde tiempos prehispánicos, el chile ha sido un componente esencial en la cocina mexicana, apreciado no solo por su sabor, sino también por sus propiedades medicinales. Téllez Medellín destaca que en México existen al menos 200 variedades criollas de chile y 64 variedades domesticadas. Este dato refleja la diversidad y la riqueza cultural que rodea el uso del picante en la gastronomía mexicana.

La experta señala que el picante no se limita solo al chile; otros ingredientes, como el jengibre, la mostaza, la pimienta negra, el ajo y la cebolla, también contribuyen a esa sensación única de ardor. La pungencia, como la denomina, va más allá de un simple sabor; es una experiencia sensorial que despierta nuestras papilas gustativas y, a veces, incluso provoca un «microestado de sufrimiento», como lo describe Téllez Medellín.

En cuanto a la relación entre placer y dolor asociada con el picante, la académica explica que ambas sensaciones comparten una base neurológica. El picante activa los nervios del tallo cerebral y el sistema de dopamina del cerebro, influenciando áreas específicas del córtex relacionadas con la percepción y la conciencia. Es esta conexión la que nos lleva a seguir disfrutando de comidas picantes, a pesar del sufrimiento momentáneo que puedan causar.

Sin embargo, Téllez Medellín advierte sobre los posibles efectos negativos de un consumo excesivo de picante. Mientras que enriquece el sabor de los alimentos en ciertas proporciones, un exceso puede dañar las papilas gustativas y afectar la capacidad de apreciar matices más sutiles en los alimentos. Es esencial, según la experta, establecer límites en el consumo de picante para preservar la experiencia culinaria en su totalidad.

En cuanto a los remedios para aliviar la quemazón provocada por el picante, Téllez Medellín ofrece consejos prácticos. Sugiere opciones temporales, como consumir algo helado o alimentos sólidos y ásperos, como arroz, galletas o una cucharada de azúcar. Aunque estos remedios no eliminan completamente la sensación de picante, brindan alivio momentáneo mientras el cuerpo se adapta a la intensidad del sabor.