En un esfuerzo por comprender la evolución de los procesos migratorios en México, la investigadora Norma Baca Tavira, perteneciente al Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), se ha sumergido en un estudio detallado que compara la calidad de vida de personas migrantes participantes en el visado H.2A de Estados Unidos y el programa PTAT de Canadá, ambos diseñados para permitir el trabajo legal de migrantes dentro de estos países.
Baca Tavira ha centrado su atención en el municipio de Coatepec Harinas, al norte del Estado de México, para analizar de cerca los «clubes de migrantes». Estos grupos aprovechan los programas y visados gubernamentales para brindarse apoyo mutuo, recomendaciones y superar juntos los desafíos. La investigadora destaca la importancia de estos flujos migratorios en la región y su impacto en las dinámicas cotidianas.
El estudio, titulado «De braceros a indocumentados y ahora trabajadores esenciales. Migración de trabajadores agrícolas mexiquenses en la agroindustria de Estados Unidos y Canadá a través de los programas H.2A y PTAT», resalta la transformación del término «personas indocumentadas» a «trabajadores esenciales». No obstante, Baca Tavira señala que las condiciones laborales de estos migrantes no reflejan adecuadamente esa denominación, ya que muchos siguen enfrentando explotación y carencias.
Un aspecto destacado por la investigadora es la presencia cada vez mayor de mujeres en estos flujos laborales, así como de adolescentes, jóvenes e incluso niños. Aunque durante mucho tiempo se pensó que las mujeres no participaban activamente en migraciones, Baca Tavira destaca que, actualmente, aproximadamente el 48 por ciento de las personas que migran son mujeres.
En su investigación, Baca Tavira también comparte su propia experiencia como migrante interna, al trasladarse de Michoacán a Toluca para continuar sus estudios. Este trasfondo personal la llevó a indagar sobre los motivos que impulsan a las personas de su comunidad a migrar. «México es un país de tránsito migratorio», sostiene, y señala que las migraciones no solo se dan por motivos económicos, sino también por desplazamientos forzosos, factores ambientales o relaciones afectivas.
La investigadora destaca que las mujeres en la ciencia tienen una presencia sólida y en constante crecimiento, subrayando su capacidad para desarrollar ciencia mexicana rigurosa y empática con las comunidades que estudian. Su trabajo científico busca comprender y visibilizar los aspectos cotidianos de los procesos migratorios en México y el mundo.

