La pandemia de COVID-19 no solo ha impactado la salud global, sino que también ha dejado al descubierto las vulnerabilidades en el sistema educativo, especialmente en el ámbito universitario. Erika Rivera Gutiérrez y Alejandro Higuera Zimbrón, en su reciente artículo titulado «Transformación digital en la educación universitaria: Reflexiones post pandemia», exploran las lecciones aprendidas y las medidas necesarias para fortalecer la educación superior en un entorno cada vez más digital.

La necesidad de innovación e inclusión educativa se ha vuelto evidente en estos tiempos desafiantes. La transición a la enseñanza remota ha destacado la importancia de dotar a estudiantes y profesores con herramientas efectivas tanto para el aprendizaje virtual como presencial. En este contexto, es crucial abordar diversas áreas que han demostrado ser puntos débiles en el sistema educativo.

Uno de los aspectos destacados por los expertos es la necesidad de fomentar las competencias de aprendizaje tecnológico entre estudiantes y docentes. La capacitación y actualización constante del personal docente se presentan como medidas clave para garantizar que estén preparados para enfrentar los desafíos tecnológicos emergentes. Además, la implementación de políticas públicas destinadas a reducir las brechas digitales es esencial, especialmente en países cuyos sistemas educativos están arraigados en enfoques tradicionales.

La equidad en el acceso a la educación es otro punto crucial abordado por los expertos. El uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se presenta como una herramienta para lograr un aprendizaje más equitativo, pero solo si se garantiza que todos los estudiantes tengan acceso a dispositivos y conectividad. En este sentido, se resalta la importancia de políticas públicas que garanticen la disponibilidad de recursos tecnológicos para todos los sectores de la sociedad.

La sostenibilidad en los planes de estudio es un elemento destacado por Rivera Gutiérrez y Higuera Zimbrón. Se subraya la necesidad de integrar de manera efectiva las herramientas digitales en el currículo académico, asegurándose de que los estudiantes no solo adquieran conocimientos teóricos, sino también habilidades prácticas relevantes para el mundo digital en constante evolución.

La cooperación internacional se presenta como una estrategia clave para fortalecer la educación universitaria en un mundo cada vez más interconectado. Compartir buenas prácticas, recursos y experiencias puede contribuir significativamente a mejorar la calidad de la educación digital y preparar a las instituciones para enfrentar desafíos futuros.

La infraestructura tecnológica también se destaca como un elemento crítico para la transformación digital efectiva en la educación superior. La inversión en tecnología educativa y la mejora de la conectividad son aspectos esenciales que deben abordarse para garantizar un entorno de aprendizaje digital efectivo y accesible.

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