En el vasto mundo de la conservación animal, hay individuos cuya dedicación y pasión trascienden los límites de lo ordinario. Jesús Leoncio Frieventh Mondragón, un distinguido egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), personifica este compromiso incansable con la vida silvestre. Desde sus primeros pasos como estudiante universitario hasta su posición actual como médico veterinario zootecnista en el Parque Ecológico Zacango, su trayectoria está marcada por un profundo amor y dedicación por la conservación y el bienestar animal.

Para Jesús Leoncio, su viaje hacia la conservación animal comenzó temprano, influenciado por su entorno y su fascinación por la vida silvestre. Criado entre compañeros dedicados a la crianza de bovinos, su elección de estudiar Medicina Veterinaria y Zootecnia en la UAEMéx fue un paso natural hacia la realización de su sueño de trabajar con animales. Su compromiso se manifestó incluso durante sus años de formación universitaria, convirtiéndose en el primer estudiante en realizar su servicio social en el Parque Ecológico Zacango en 1984.

Desde entonces, Jesús Leoncio ha dedicado su carrera a la conservación y el cuidado de la fauna silvestre. Su experiencia abarca una amplia gama de áreas, desde el manejo de animales carnívoros hasta la coordinación de actividades administrativas y de mantenimiento en el Parque Ecológico Zacango. Su enfoque integral hacia el cuidado de los animales va más allá de simplemente atender sus necesidades físicas; se centra en garantizar su salud integral y bienestar emocional.

Una de las herramientas fundamentales en su labor es el condicionamiento operante, que utiliza para entrenar a los animales de manera no invasiva. Este enfoque ético no solo asegura el bienestar de los animales, sino que también facilita su atención médica y su participación en programas de conservación.

Jesús Leoncio no se limita a su papel como médico veterinario zootecnista; también ha participado activamente en programas de conservación de especies en peligro, como el lobo gris mexicano, el águila dorada, el cóndor de California y el mono araña. Su contribución a la reproducción y conservación de estas especies no solo es un logro profesional, sino también una fuente de profunda satisfacción personal.

En su mensaje a la sociedad, Jesús Leoncio hace un llamado urgente a la protección de la fauna silvestre. Destaca la importancia de evitar el tráfico ilegal de animales y promueve la visita a lugares dedicados a la conservación, como el Parque Ecológico Zacango. Su testimonio es un recordatorio elocuente de que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la preservación de la vida silvestre y que juntos podemos marcar la diferencia.

La colaboración entre la UAEMéx y el Parque Ecológico Zacango es un testimonio del compromiso de la universidad con la conservación animal. Los convenios entre estas instituciones no solo brindan oportunidades de formación para los estudiantes universitarios, sino que también fortalecen los esfuerzos de conservación y cuidado de la vida silvestre en la región.

El legado de Jesús Leoncio es un recordatorio poderoso de que la conservación animal es más que una profesión; es una vocación, un llamado a proteger y preservar la belleza y la diversidad de nuestro mundo natural. Su dedicación incansable y su compromiso con la vida silvestre son un faro de esperanza en un mundo donde la conservación es más importante que nunca.