En un llamado apasionado hacia una reflexión colectiva, Mauricio García Sandoval, respetado académico de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), ha puesto en relieve la necesidad urgente de reconfigurar nuestras festividades tradicionales mexicanas para que no solo celebren nuestra cultura, sino que también sean un vehículo para la conservación del medio ambiente.
Desde tiempos inmemoriales, las festividades han sido el corazón palpitante de la vida social y cultural de México. Sin embargo, en medio de la exuberancia y la alegría que estas celebraciones traen consigo, ha surgido una preocupación creciente por su impacto en los recursos naturales que son vitales para nuestra existencia, como el agua y el aire.
García Sandoval ha sido claro en señalar que la pirotecnia, una característica común en muchas de nuestras festividades, ha desencadenado contingencias ambientales, contribuyendo al deterioro de nuestra atmósfera y a la contaminación del aire que respiramos. Asimismo, el desperdicio desmedido de agua, en un momento en que muchas comunidades luchan contra una crisis hídrica, se ha convertido en una emergencia tanto social como natural.
El académico nos invita a un acto de conciencia colectiva, destacando la necesidad de valorar el agua como el recurso vital que es. En un país donde abrir la llave y no recibir un flujo constante de agua se está volviendo demasiado común, es esencial que tomemos medidas para preservar este recurso limitado.
Para abordar esta problemática, varios municipios del Estado de México han implementado sanciones severas para aquellos que desperdicien agua. Multas considerables y arrestos de más de 24 horas son consecuencias directas del uso irresponsable de este recurso. Estas medidas, aunque drásticas, son una respuesta necesaria y oportuna a la crisis hídrica que enfrentamos.
Es importante señalar que muchas de nuestras festividades tradicionales están intrínsecamente ligadas al agua. Por lo tanto, adaptar estas celebraciones a las necesidades ambientales actuales no significa renunciar a nuestras tradiciones, sino encontrar formas creativas de celebrar que no comprometan la salud de nuestro planeta.
García Sandoval nos insta a repensar el significado de nuestras festividades y a adaptarlas a las necesidades ambientales actuales. Esta crisis es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras prácticas y cambiar radicalmente nuestros estilos de vida. Como él mismo señala, no necesitamos tocar fondo para entender nuestra realidad; es hora de actuar con determinación y responsabilidad.

