En el vibrante corazón del Centro Universitario UAEM Zumpango, reside una figura que encarna la dedicación, la perseverancia y el compromiso con la excelencia educativa. Martha Vargas Cruz, jefa del Departamento de Control Escolar, ha tejido una carrera extraordinaria que ha abarcado casi tres décadas en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Su historia es un testimonio viviente del poder de la determinación y el deseo de superación personal y profesional.

Desde su humilde inicio como secretaria en 1995, Martha ha sido testigo de la evolución y el crecimiento del campus universitario. Recordando sus inicios, compartió cómo una oportunidad inesperada la llevó a ingresar en la institución. «Una incapacidad para cubrir me abrió la puerta a esta universidad. Traje mis documentos y ocupé la plaza disponible. Posteriormente tuve la oportunidad de obtener mi base y fue así como me quedé», comentó.

Martha no solo cumplió con sus responsabilidades administrativas, sino que también buscó activamente oportunidades para ampliar su formación académica. Cuando la UAEMéx lanzó el Bachillerato Universitario a Distancia, Martha vio esto como una oportunidad para continuar su educación y avanzar hacia una licenciatura. Así, se convirtió en parte de la primera generación de este programa pionero en la institución.

A pesar de las demandas de su trabajo como secretaria, Martha no se detuvo en su búsqueda de conocimiento. Decidió perseguir la Licenciatura en Administración en el Centro Universitario Zumpango, equilibrando sus responsabilidades laborales con sus estudios universitarios. Su dedicación y determinación finalmente la llevaron a obtener su título de licenciatura.

Sin embargo, Martha no se detuvo ahí. Con una pasión por el aprendizaje y el crecimiento personal, decidió continuar su educación con un posgrado. Optó por la Maestría en Administración en el Centro Universitario UAEM Ecatepec, ampliando aún más sus conocimientos y habilidades en el campo administrativo.

Martha es un testimonio viviente de que la edad nunca debe ser una barrera para la educación y el crecimiento profesional. A pesar de ser mayor que muchos de sus compañeros de estudios, su vasta experiencia laboral le brindó una perspectiva única que enriqueció las aulas y las discusiones académicas.

Hoy, después de casi tres décadas de servicio dedicado a la UAEMéx, Martha reflexiona sobre su viaje con gratitud y humildad. Reconoce el papel crucial que desempeñaron sus padres en su apoyo y aliento a lo largo de los años, siendo fuente de inspiración y orgullo por su hija.

Martha Vargas Cruz personifica los valores fundamentales de la Universidad Autónoma del Estado de México: la búsqueda incansable del conocimiento, el compromiso con la excelencia y el deseo constante de superación personal y profesional. Su historia inspiradora sigue siendo un faro de esperanza y motivación para todos aquellos que aspiran a alcanzar sus sueños, sin importar los desafíos que puedan enfrentar en el camino.