En el corazón de los campos agrícolas de México, donde la agricultura y la ganadería convergen, se está llevando a cabo una revolución silenciosa pero significativa en la forma en que alimentamos a nuestro ganado. La Dra. Julieta Gertrudis Estrada Flores, docente e investigadora en el Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), está liderando un equipo de investigación que está explorando nuevas formas de alimentar a las vacas lecheras y borregos, utilizando forrajes alternativos.

La alimentación de los rumiantes es un aspecto crucial para mantener la calidad y la productividad del ganado, que a su vez influye directamente en los productos finales que consumimos, como la leche y la carne. Tradicionalmente, la dieta del ganado se ha basado en forrajes convencionales como el maíz, la alfalfa y la avena. Sin embargo, Estrada Flores y su equipo están demostrando que los forrajes alternativos, como las arvenses y el muérdago, pueden ser igualmente efectivos y más sostenibles en ciertas condiciones.

Lo que hace que estos forrajes alternativos sean particularmente atractivos es su disponibilidad natural y su potencial nutricional comparable, especialmente en términos de contenido de proteínas. Esto significa que los productores pueden mantener altos niveles de producción sin depender exclusivamente de cultivos específicos, lo que a su vez puede conducir a una mayor resiliencia en la agricultura y a una reducción de los costos para los productores.

Para evaluar la eficacia de estos forrajes alternativos, Estrada Flores y su equipo están utilizando una técnica innovadora llamada fermentación ruminal in vitro. Esta técnica implica la simulación de la fermentación ruminal dentro de botellas, utilizando líquido ruminal de un animal donante junto con el forraje alternativo. Esta metodología permite a los investigadores observar cómo se descompone y digiere el forraje en el ambiente ruminal, proporcionando información valiosa sobre su calidad y utilidad como alimento para el ganado.

Una parte fundamental del enfoque de investigación de Estrada Flores es su colaboración estrecha con los productores del campo y el ganado. Reconoce que la adopción exitosa de nuevas prácticas agrícolas y ganaderas depende en gran medida de la participación activa y la retroalimentación de las personas que trabajan en la tierra todos los días. Esta colaboración no solo asegura que los resultados de la investigación sean relevantes y aplicables en el mundo real, sino que también fortalece los lazos entre la academia y la industria agropecuaria.

Aunque la investigación de Estrada Flores se ha centrado principalmente en los períodos de lluvia y floración, sus implicaciones van mucho más allá de las estaciones específicas. Al ofrecer soluciones alimentarias efectivas y económicamente viables para el ganado, su trabajo está contribuyendo no solo a la sostenibilidad de la producción animal, sino también al bienestar económico de los productores rurales.

Además de sus logros académicos, Estrada Flores es una firme defensora de la diversidad de género en la investigación científica. Como mujer en un campo dominado por hombres, reconoce los desafíos y las barreras que enfrentan las mujeres en la ciencia, pero también ve oportunidades sin precedentes para aquellos que están dispuestos a seguir su pasión y perseguir sus intereses.

El trabajo de Estrada Flores no se trata solo de innovación científica, sino también de un compromiso con el cambio positivo en el mundo real. Su enfoque holístico hacia la investigación y su pasión por encontrar soluciones a los desafíos agrícolas contemporáneos son un testimonio de la importancia de la colaboración, la innovación y el compromiso con la sostenibilidad en la agricultura y la ganadería.