Desde enero de 2016, José Alberto Reyes Chavarría, un destacado egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), se ha convertido en un pilar fundamental en la conservación de especies amenazadas. Como encargado del Centro de Conservación de Especies “El Ocotal”, ubicado en Timilpan y dependiente de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF), Reyes Chavarría lidera un equipo dedicado al cuidado y resguardo de alrededor de 120 ejemplares de 17 especies diferentes, entre las que destacan el lobo gris mexicano, el jaguar negro, el jaguar amarillo, la hiena parda, el tigre de Bengala, el bisonte americano y el lince.
El Centro de Conservación de Especies “El Ocotal” se extiende a lo largo de 11 hectáreas y se ha convertido en un santuario para especies prioritarias en la conservación de los ecosistemas. La joya de la corona es, sin duda, el lobo gris mexicano. «Desde 2016, cuando nos integramos al programa del Comité Binacional para la Conservación del Lobo Mexicano (México-Estados Unidos), hemos implementado diversas acciones para su preservación», señala Reyes Chavarría. Este esfuerzo ha llevado a la construcción de un albergue especialmente diseñado para el lobo gris, reconocido en 2019 como el mejor de su tipo. Este albergue cuenta con tres mil metros cuadrados, un área de manejo, dos madrigueras para la reproducción, una charca y está ambientado con el follaje y aditamentos necesarios para esta especie.
El estado del lobo gris mexicano es alarmante, con una población estimada de solo 400 ejemplares, tanto en libertad como bajo cuidado humano, repartidos entre México y Estados Unidos. El programa de conservación en «El Ocotal» comenzó con siete ejemplares de tres linajes diferentes: McBride, Ghost Ranch y Aragón. Gracias a un riguroso programa de cría que busca minimizar la consanguinidad, se ha logrado el nacimiento de 21 lobeznos en cuatro camadas. «Algunos de estos ejemplares se han trasladado a otros albergues en México y Estados Unidos, ya sea para formar nuevas parejas o para prepararse para su preliberación o liberación en su hábitat natural», explicó Reyes Chavarría. Actualmente, en “El Ocotal” viven 12 lobos grises mexicanos, quienes reciben una estricta supervisión de su estado de salud y alimentación, con el mínimo contacto humano posible para preservar su comportamiento natural.
La pasión de Reyes Chavarría por la fauna silvestre se remonta a sus días de estudiante. Originario de Naucalpan, Estado de México, en 2010 se enfrentó a la decisión de estudiar Biología en el Instituto Politécnico Nacional o Medicina Veterinaria y Zootecnia en la UAEMéx. Optó por la segunda opción y se mudó a Toluca, ciudad que conocía únicamente por sus visitas para jugar americano. “Desde el principio de la carrera me enfoqué en la fauna silvestre, me llamaba mucho la atención su belleza, sus formas de cazar, su alimentación y, por supuesto, la medicina de sus especies”, rememora.
Durante sus estudios, Reyes Chavarría realizó estancias en el Parque Ecológico “Zacango”, donde llevó a cabo su servicio social y prácticas profesionales. También trabajó en Coatepec Harinas, donde se familiarizó con el comportamiento y las necesidades del lobo gris mexicano. Esta experiencia resultó crucial para su posterior trabajo en «El Ocotal».
En “Zacango”, Reyes Chavarría afinó sus conocimientos en manejo y clínica de fauna silvestre, participando en diversas áreas como cocina, alimentación, dietas y manejo de instalaciones. “Me llamaba mucho la atención el tema de los manejos, de las contenciones químicas y el traslado de los animales; también me tocó ver muchas cirugías y tratamientos, participar en el área de medicina preventiva, muy importante en este tipo de fauna”, explica.
El camino de Reyes Chavarría en la conservación de especies no ha sido sencillo. Tras finalizar sus prácticas, asumió la dirección de “El Ocotal”, enfrentándose al reto de las cuestiones administrativas, en las que recibió apoyo crucial de CEPANAF. Su dedicación y compromiso con la preservación de la biodiversidad y el medio ambiente son evidentes en cada acción que emprende.
“La conservación de especies amenazadas es crucial no solo para mantener la biodiversidad, sino también para asegurar el equilibrio de los ecosistemas”, afirma Reyes Chavarría. Su trabajo en “El Ocotal” no solo ha contribuido a la preservación del lobo gris mexicano, sino que también ha servido como un modelo de conservación y manejo de fauna silvestre en México.
Con la mirada puesta en el futuro, Reyes Chavarría continúa trabajando incansablemente para garantizar que las generaciones venideras puedan disfrutar de la rica diversidad de la fauna mexicana. Su historia es un testimonio inspirador de cómo la pasión, la dedicación y el conocimiento pueden converger para crear un impacto significativo en la conservación del medio ambiente.

