Las costas mexicanas, hogar de siete de las ocho especies de tortugas marinas reconocidas en el mundo, enfrentan una grave amenaza debido a la pesca incidental y las redes fantasma. Así lo destacan Stephanie Marina Sánchez Miranda, alumna de la Facultad de Ciencias, y Xareni P. Pacheco, doctora por la Universidad de Exeter, Inglaterra, en su reciente artículo publicado en la revista Universitaria titulado «Tortugas marinas en peligro: Impacto de la pesca incidental y redes fantasmas en las costas mexicanas».
El bycatch o pesca incidental es un término utilizado para describir la captura no intencionada de especies marinas durante las operaciones de pesca. Este fenómeno tiene un impacto devastador en las tortugas marinas, quienes son atrapadas en redes destinadas a otras especies. Según Miranda y Pacheco, estas tortugas a menudo mueren o sufren graves heridas y son arrojadas de nuevo al mar o a tierra sin consideración alguna por su condición.
La pesca incidental no solo afecta a las tortugas marinas, sino que también representa una amenaza para diversas especies marinas que caen víctimas de estas prácticas. Las tortugas marinas, en particular, son especialmente vulnerables debido a su necesidad de salir a la superficie para respirar, lo que las expone a una mayor probabilidad de ser atrapadas en las redes.
Además de la pesca incidental, las redes fantasma constituyen otro grave peligro para las tortugas marinas. Estas redes abandonadas o perdidas en el mar continúan atrapando y matando a la fauna marina de manera indiscriminada. Al quedar a la deriva, las redes fantasma se convierten en trampas mortales que afectan no solo a las tortugas, sino a una amplia variedad de especies, incluyendo mamíferos marinos, peces y aves.
México, con su extensa línea costera y rica biodiversidad, se enfrenta a un desafío significativo en la protección de sus tortugas marinas. De las ocho especies de tortugas marinas reconocidas, siete anidan en las playas mexicanas, convirtiendo al país en un sitio crucial para la conservación de estos animales. Sin embargo, la realidad en las costas mexicanas es sombría. Además de la pesca incidental y las redes fantasma, el saqueo de huevos y la contaminación son prácticas recurrentes que ponen en peligro la vida de las tortugas.
En su artículo, Miranda y Pacheco subrayan la necesidad urgente de implementar métodos de pesca más amigables con las especies marinas. Proponen la adopción de prácticas de pesca sostenible que minimicen el bycatch y reduzcan el riesgo de enredo en redes fantasma. Además, destacan la importancia de aplicar y regular las leyes existentes para la protección de la biodiversidad marina.
La implementación de dispositivos excluidores de tortugas (TED, por sus siglas en inglés) en las redes de pesca es una de las soluciones propuestas para mitigar la pesca incidental. Estos dispositivos permiten que las tortugas marinas escapen de las redes mientras se mantienen capturadas las especies objetivo. Asimismo, la recogida y gestión adecuada de redes de pesca abandonadas es esencial para reducir el impacto de las redes fantasma.
Las autoras concluyen que la preservación de las tortugas marinas no solo depende de las acciones gubernamentales y de las organizaciones conservacionistas, sino también de las prácticas individuales. La concienciación pública y la participación activa en la protección de la vida marina son cruciales. Desde reducir el consumo de plásticos hasta apoyar iniciativas de limpieza de playas y redes, cada acción cuenta.
Para quienes deseen profundizar en el tema, el artículo completo de Miranda y Pacheco está disponible en la revista Universitaria, una fuente valiosa de información sobre la biodiversidad y los esfuerzos de conservación en México. La preservación de las tortugas marinas es una responsabilidad compartida que requiere compromiso y acción desde todos los sectores de la sociedad. Salvar a estos magníficos animales es una tarea imperativa para asegurar la salud de nuestros océanos y la biodiversidad marina.

