En el marco del décimo aniversario de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), el escritor, director y guionista Guillermo Arriaga Jordán ofreció una conferencia magistral que dejó una huella significativa en el estudiantado. El evento, celebrado en la Cineteca Mexiquense, reunió a destacados miembros de la comunidad universitaria, incluyendo a la secretaria de Difusión Cultural, María de las Mercedes Portilla Luja; el encargado del despacho de la dirección de la Escuela de Artes Escénicas, Leoncio Raúl León Mondragón; y el director de la Cineteca Mexiquense del Gobierno del Estado de México, Delfino Moisés Ponce Carbajal.
Arriaga Jordán, conocido por su trabajo en películas icónicas como “Amores Perros” y “21 gramos”, ofreció una perspectiva única sobre el proceso creativo y el papel del escritor en el arte. En un discurso lleno de sabiduría y experiencia, Arriaga Jordán desafiaba las percepciones tradicionales sobre el talento y la creación artística, proporcionando a los estudiantes herramientas valiosas para su desarrollo profesional.
El mensaje central de Arriaga Jordán fue claro: no sobrevalorar el talento. Según el renombrado guionista, muchas veces se nos dice que nos falta algo para alcanzar la grandeza en el arte. Sin embargo, el mundo se ve diferente a través de la perspectiva única de cada creador. Arriaga Jordán instó a los estudiantes a reconocer que cada uno tiene una visión particular que puede aportar algo valioso al mundo de la escritura y la creación artística.
En su intervención, el escritor subrayó la importancia del estilo personal en la escritura. Según él, cada creador tiene algo único que ofrecer, y es a través de su estilo que puede ofrecer una visión distinta del mundo. Arriaga Jordán destacó que no es necesario tener experiencias extraordinarias para crear obras significativas. “Se pueden hacer obras maestras de lo más aburrido y cotidiano”, afirmó, sugiriendo que el verdadero valor reside en cómo se aborda y se presenta el material.
Arriaga Jordán también abordó el tema del rigor en el proceso creativo. Según él, es crucial mantener una actitud de aprendizaje continuo y de cuestionamiento. El síndrome del impostor, según Arriaga Jordán, nunca se cura completamente, pero puede ser una fuerza impulsora para buscar la satisfacción personal y profesional. “Nunca crean que lo que hacen es bueno”, aconsejó a los estudiantes, recomendando que escuchen atentamente las críticas y las consideren, aunque no siempre las apliquen.
Otro punto destacado en la conferencia fue la relación entre el escritor y su obra. Arriaga Jordán explicó que en su experiencia, las historias y los personajes tienen vida propia. A menudo, el escritor se convierte en un “esclavo” de su historia, que sigue un camino dictado por el inconsciente. Este enfoque revela la importancia de permitir que las historias tomen el rumbo que desean, en lugar de imponerles una estructura rígida.
Finalmente, Arriaga Jordán ofreció un consejo crucial para los aspirantes a escritores: no hay reglas fijas en la escritura. Cada creador debe encontrar su propio camino y desarrollar su forma personal de expresarse. Esta libertad creativa es fundamental para el crecimiento y el éxito en el campo de las artes.
La conferencia de Guillermo Arriaga Jordán no solo celebró el décimo aniversario de la Escuela de Artes Escénicas de la UAEMéx, sino que también proporcionó a los estudiantes una visión renovadora y motivadora sobre el arte de la escritura y la creación. Sus palabras resonaron con una verdad fundamental: el arte es una expresión personal que no se limita por reglas preestablecidas, sino que se enriquece con la autenticidad y la pasión de cada creador. La lección principal de Arriaga Jordán es que cada individuo tiene el potencial de contribuir al mundo de una manera única y valiosa, y que el verdadero éxito radica en la autenticidad y la perseverancia en el proceso creativo.

