La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) sigue ampliando su oferta deportiva al incluir nuevas disciplinas que no solo desafían el cuerpo, sino también la mente. Con la iniciativa de la entrenadora Renata García Sánchez, la danza aérea ha llegado a esta casa de estudios, ofreciendo a la comunidad universitaria una opción deportiva que combina fuerza, flexibilidad y arte. Esta disciplina, aunque poco conocida para muchos, ha tenido un impacto significativo en los estudiantes que han decidido aventurarse en sus alturas.
La danza aérea es un deporte que reta a quienes lo practican, ya que implica no solo la habilidad de realizar acrobacias en el aire, sino también un alto nivel de resistencia física y mental. Según Renata García, la entrenadora responsable de esta disciplina en la UAEMéx, “es un deporte completo, entretenido y retador”. Las palabras de García reflejan la dedicación que se requiere para dominar esta actividad, que poco a poco ha ganado adeptos en la comunidad universitaria.
Para practicar la danza aérea, se utilizan materiales específicos que permiten a los practicantes realizar sus movimientos en el aire con seguridad y gracia. Entre los elementos esenciales se encuentra la tela conocida como «licra Magali», la cual debe estar colgada a una altura mínima de cuatro metros. Esta tela es fundamental para la ejecución de las acrobacias, ya que permite a los deportistas realizar movimientos complejos mientras se sostienen en el aire.
Además de la tela, otro de los implementos utilizados es el aro conocido como «Lira». Este equipo es empleado por las practicantes de mayor estatura, permitiendo que sus figuras acrobáticas se luzcan de manera más estética. A diferencia de otros deportes, la danza aérea no exige requisitos previos para quienes desean iniciarse en ella. Según explica la entrenadora García, “trabajamos con ejercicios básicos enfocados en la resistencia”, lo que facilita la adaptación de los principiantes a las exigencias físicas del deporte.
La danza aérea no es solo una actividad física; es una disciplina que requiere constancia y dedicación. García subraya que la fuerza en brazos, piernas, espalda y abdomen es fundamental para poder escalar la tela y mantener las posturas acrobáticas en el aire. Sin embargo, no todo es fuerza bruta. La flexibilidad es otro de los pilares de esta disciplina, ya que permite combinar la fuerza con la gracia artística que caracteriza a la danza aérea. “La flexibilidad evita las lesiones y es lo que hemos trabajado”, afirma la entrenadora.
La danza aérea es, en muchos sentidos, un deporte que desafía tanto al cuerpo como a la mente. La necesidad de concentrarse en cada movimiento, de confiar en la propia fuerza y de superar el miedo a las alturas son aspectos que transforman esta disciplina en una experiencia enriquecedora para quienes la practican.
Vania Mitzi Mejía Velázquez, estudiante del primer semestre en la Facultad de Lenguas e integrante del equipo de danza aérea de la UAEMéx, comparte su experiencia en esta actividad. Para Mejía Velázquez, la danza aérea ha sido una herramienta para superar sus miedos y fortalecer su confianza en sí misma. “Estar arriba es confiar en mí porque dependo de mis brazos, de mi fuerza y estar segura de que lo que estoy haciendo me va a sostener”, expresa. Su testimonio refleja cómo esta disciplina no solo fortalece el cuerpo, sino también la mente, al obligar a los practicantes a dejar sus miedos atrás y enfrentarse a los desafíos con seguridad.
Para aquellos interesados en sumarse a esta disciplina, las prácticas de danza aérea se llevan a cabo en el gimnasio Soraya Jiménez Mendivil de la UAEMéx. Los entrenamientos se realizan de lunes a viernes en diferentes horarios, adaptándose a las necesidades de los estudiantes. Los lunes y miércoles, las prácticas son de 9:00 a 11:00 horas, y de 13:00 a 15:00 horas; mientras que los martes y jueves, los horarios son de 14:00 a 16:30 horas.
La incorporación de la danza aérea en la UAEMéx es un reflejo del compromiso de la universidad por ofrecer a sus estudiantes opciones deportivas que promuevan el bienestar físico y mental. Bajo la dirección de Renata García Sánchez, esta disciplina ha comenzado a forjar una comunidad de estudiantes apasionados por el arte del movimiento en el aire, demostrando que el deporte también puede ser una forma de expresión artística. Con cada nueva práctica, los participantes no solo fortalecen sus cuerpos, sino que también construyen una confianza en sí mismos que los acompañará tanto dentro como fuera del gimnasio.

