El voleibol de playa se ha convertido en uno de los deportes más demandantes en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), tanto en términos físicos como mentales. Esta disciplina no solo pone a prueba las habilidades técnicas de las jugadoras, sino que también fomenta valores esenciales para su desarrollo personal y académico, como la disciplina, el compromiso y la resiliencia. Así lo destacó Érika Beatriz García Aguirre, entrenadora del selectivo femenil de voleibol de playa, quien ha visto florecer a múltiples generaciones de deportistas en la arena de la Máxima Casa de Estudios mexiquense.
Desde su incursión en esta cancha de arena en el año 2001, García Aguirre ha formado a atletas que no solo destacan en el deporte, sino que también mantienen una destacada trayectoria académica. «El voleibol de playa es un deporte muy exigente, tanto por la técnica que requiere como por la superficie en la que se practica. Aquí, las jugadoras no solo aprenden a moverse en la arena, también se les enseña a ser resilientes, a no rendirse ante las adversidades. Los valores como el esfuerzo, la constancia y el compromiso son fundamentales, y tratamos de que estos se reflejen también en su vida personal y académica», comentó la entrenadora.
Bajo esta filosofía, García Aguirre ha formado a un equipo que no solo busca el triunfo en la cancha, sino también en las aulas. La UAEMéx ha logrado consolidarse como un semillero de atletas de alto rendimiento, donde las jugadoras del equipo representativo femenil combinan su pasión por el deporte con la dedicación a sus estudios universitarios. Un claro ejemplo es Karina Berenice García Alva, estudiante de 5º semestre de la Licenciatura en Psicología, quien asegura que ser parte del selectivo verde y oro le ha enseñado a sobreponerse a los retos tanto dentro como fuera de la cancha.
«Lo que más me gusta del voleibol de playa es que me exige salir de mi zona de confort. Mi entrenadora y mi equipo siempre nos empujan a ir más allá de nuestros límites, y esa resiliencia es algo que aplico en todas las áreas de mi vida», señaló García Alva. Este deporte no solo ha moldeado su mentalidad, sino que también le ha dado herramientas para enfrentar con éxito los desafíos académicos y personales.
La combinación entre deporte y estudios es otro aspecto destacado entre las jugadoras del equipo. Dulce Rojas Flores, estudiante de primer semestre de la Licenciatura en Lenguas, considera que hacer deporte y cumplir con sus responsabilidades académicas es clave para su bienestar integral. «Si no estudiamos, no podemos representar a nuestra universidad. Para mí, combinar estas dos pasiones es lo que me hace sentir más plena», mencionó Rojas Flores, quien subraya la importancia de mantener un equilibrio entre ambas actividades.
Fátima Castillo Sánchez, estudiante de 5º semestre de la Licenciatura en Derecho, también comparte los valores adquiridos en la práctica del voleibol de playa. «La disciplina, la constancia, el compromiso y el esfuerzo son aspectos que he aprendido en cada entrenamiento. Todo esto, además de la pasión que tengo por el deporte, ha sido clave para seguir adelante tanto en la cancha como en mi carrera universitaria», afirmó Castillo Sánchez.
El esfuerzo y dedicación de las jugadoras del equipo femenil de voleibol de playa de la UAEMéx ha rendido frutos no solo en su desarrollo personal, sino también en el terreno deportivo. En septiembre de 2024, el equipo participó en la Copa UAM 2024, realizada en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde lograron consagrarse campeonas, superando a equipos de 18 universidades de todo el país. Este logro es una muestra clara de la capacidad, el talento y el espíritu competitivo que caracteriza a las jugadoras de la UAEMéx.
La historia de éxito de este equipo va más allá de las victorias en torneos; es una muestra de cómo el deporte puede ser un vehículo para el desarrollo integral de las estudiantes. En cada entrenamiento, en cada partido, las jugadoras de voleibol de playa de la UAEMéx reafirman su compromiso no solo con su equipo, sino con ellas mismas, demostrando que la disciplina y la resiliencia son clave para alcanzar sus metas. Con el respaldo de su entrenadora y el apoyo institucional, este equipo sigue demostrando que el voleibol de playa es mucho más que un deporte: es una escuela de vida.

