Este 5 de noviembre se cumplen seis décadas desde la histórica inauguración de la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), un evento que marcó el desarrollo de la educación superior en la entidad y selló el legado del presidente Adolfo López Mateos, una figura clave en la consolidación de esta casa de estudios. En 1964, más de 50 mil personas se congregaron en este campus, ubicado a los pies del Cerro de Coatepec, para celebrar la entrega de un proyecto de infraestructura educativa que transformaría el futuro académico de la región.

El 5 de noviembre de 1964, el Estadio Universitario, sede principal del evento inaugural, se llenó rápidamente. Sin embargo, la multitud rebasó la capacidad del recinto, obligando a miles de asistentes a situarse en las faldas del Cerro de Coatepec. Las crónicas periodísticas de aquel día describen la escena como un espectáculo único en su tipo: mantas de agradecimiento se extendían entre la gente, mientras el presidente López Mateos era recibido con un fervor que reflejaba el orgullo de los mexiquenses por uno de sus hijos más ilustres. Aquel jueves de mediodía, López Mateos cerraba su gestión presidencial en la capital mexiquense, en una ceremonia que consolidaba su vínculo con la universidad de sus orígenes.

Aquel día, el centro del graderío del Estadio Universitario estaba adornado con un imponente retrato de Adolfo López Mateos, acompañado de sus iniciales “ALM”, que según los registros alcanzaban los 40 metros de altura. La imagen del mandatario, quien durante su juventud fue estudiante, bibliotecario, académico y director del Instituto Científico y Literario del Estado de México (antecedente de la UAEMéx), simbolizaba el impacto de su legado en la educación superior de la entidad.

En la cancha, se vivió un emotivo momento con la participación de ocho mil estudiantes de nivel secundaria y primaria que formaron la frase “¡Viva ALM!” en un cuadro plástico lleno de colorido. El entusiasmo de los asistentes se manifestaba a través de porras, aplausos, flores, confeti y la música de bandas de guerra, en una atmósfera que exaltaba el espíritu universitario y el agradecimiento a López Mateos por sus contribuciones al desarrollo educativo de su estado natal.

La Ciudad Universitaria entregada por López Mateos en 1964 incluía las facultades de Ingeniería, Derecho y Contaduría y Administración, así como el emblemático Estadio Universitario “Alberto ‘Chivo’ Córdoba” y la icónica Torre Reloj, ubicada cerca de la Facultad de Arquitectura y Diseño. Este espacio, que hoy se ha consolidado como símbolo de la comunidad verde y oro, se construyó en una superficie de 25 hectáreas y representó una inversión de 20 millones de pesos. El campus, que en su momento podía albergar a dos mil estudiantes, actualmente recibe diariamente a más de 20 mil personas que realizan actividades de docencia, investigación y difusión de la cultura.

El proyecto de Ciudad Universitaria fue posible gracias al compromiso de tres egresados de la universidad que jugaron un papel fundamental: Adolfo López Mateos, el gobernador Juan Fernández Albarrán y el ex gobernador Gustavo Baz Prada, quien entregó los terrenos para la construcción del campus. Durante el mandato de Baz Prada se inició la construcción, que culminaría con la entrega de López Mateos en sus últimos días como presidente.

En el marco de esta misma ceremonia, López Mateos también inauguró las instalaciones de la Facultad de Medicina, una obra que contó con una inversión superior a los 5 millones de pesos. Esta facultad, concebida para cubrir la creciente demanda de profesionales en el área de la salud, sería otro pilar en la oferta educativa de la UAEMéx y un avance en la formación de médicos comprometidos con el bienestar de la sociedad mexiquense.

La jornada culminó con un banquete ofrecido en el patio poniente del Edificio de Rectoría, al que asistieron distinguidas personalidades de la política y la educación, además de López Mateos como invitado de honor. Durante el acto, se destacó el esfuerzo conjunto entre el gobierno federal, estatal y la universidad para concretar la Ciudad Universitaria, una infraestructura que respondió al crecimiento de la matrícula y a la necesidad de espacios modernos y adecuados para la educación.

A 60 años de distancia, la Ciudad Universitaria de la UAEMéx es un símbolo del esfuerzo colectivo por brindar una educación superior de calidad en el Estado de México. Hoy en día, este campus alberga a miles de estudiantes, académicos e investigadores, quienes desarrollan conocimiento en áreas fundamentales para el progreso de la entidad y el país. La visión de Adolfo López Mateos y su compromiso con la educación se mantienen vivos en cada aula, laboratorio y espacio cultural de esta casa de estudios.

La celebración de este aniversario permite recordar la importancia de invertir en educación como un pilar de desarrollo social y económico. La Ciudad Universitaria sigue siendo un faro para la formación de nuevas generaciones de profesionales, un lugar donde se honran los ideales de justicia social, equidad y excelencia que defendió López Mateos. Su legado, plasmado en estas aulas y pasillos, inspira a las generaciones actuales y futuras a contribuir al progreso de su comunidad y del país.