+ La mala suerte lo persigue, aunque se satisface de pequeños triunfos que se apagan como velitas de cumpleaños

+ Despilfarró la fe de más de 32 mil trabajadores del ISSSTE; se esfuma su SINAPTISSSTE, ya nadie le cree

+ Desaparece la Sección VI del SINPATISSSTE en el CMN “20 de Noviembre” y se debilitan otras


Por Fernando Robles


Al priista renegado Hilario Ramírez Chávez, dirigente del SINAPTISSSTE, no más ningún chile le embona y su lancha al hacer agua lo dejan sólo; sin timón, sin tropa, sin honra.

La mala suerte lo persigue, aunque se satisface de pequeños triunfos que se apagan como velitas de cumpleaños. Si algo puede salir mal, saldrá mal y la ley de Murphy se cumple.

La falta de estrategia política, capacidad operativa, visión y liderazgo para atender las demandas de sus representados lo ponen contra la pared y de tener una expectativa para convertirse en el sindicato mayoritario del ISSSTE, se queda sin efecto, en lugar de crecer se desafilian pese a tener 18 secciones de membrete.

Se sabe que siempre ha actuado con exceso de cautela, temor a establecer un debate por su falta de preparación académica, política y el ejercicio pleno de su profesión como abogado, egresado de la Universidad de Londres, centro de estudios universitarios, sin haber litigado alguna vez desde su egreso en 2006.

A tumbos, con el apoyo de sus amigos, a los que abandonó a su destino luego de usarlos como es la costumbre de los ladinos, llegó a la dirigencia de la sección uno del SINTISSSTE.
Ese trampolín le permitió ocupar diversos cargos en el Comité Ejecutivo Nacional en donde se creyó en ser el sucesor del innombrable Victoria Ranfla y pagó cara su novatada.

Solventó con creces abusar de sus mejores aliados y terminó usado y avergonzado, al perder la poca credibilidad que le brindaron más de 32 mil trabajadores de base en todo el país en las elecciones de mayo de 2022, despilfarró la fe de sus seguidores en parrandas y en los pagos de deudas personales.

Contendió por la dirigencia del SNTISSSTE en contra de la doctora Norma Liliana Rodríguez Arguelles, en 2022, quien finalmente ganó las elecciones que estaban destinadas para ella. Sin darse cuenta Ramírez Chávez legitimó el triunfo de la oftalmóloga.

Hoy, de nueva cuenta está en la lona, sus amigos y fieles depredadores de las cuotas sindicales de los pocos afiliados que aún conserva el SINAPTISSSTE, gracias al liderazgo de verdaderos sindicalistas, pronto le darán cuartelazo.

Resulta que sólo va de paseo a saludar a sus “clientes” a quienes le aportan cuotas sindicales en distintas partes del país y centro de trabajo. Cuenta el choro de que creará una Caja de Ahorro, como promesa de campaña, que no se pierden derechos sindicales y sin embargo, al ser minoritario pierden acceso a Bola de Trabajo, Escalafón, Programas de Capacitación y acceso a prestaciones diversas, además de ser ninguneados por las autoridades de Recursos Humanos.

Su dirigencia pende de un hilo y por ello trata de congraciarse con el nuevo director del ISSSTE, Martí Batres Guadarrama, quien con gentileza lo saludó en un evento de SUPERISSSTE conservando la sana distancia con el borrachín y embustero dirigente del SINPATISSSTE.

Durante un evento que organizó la ex priista Dunia Ludlow Deloya, directora del SUPERISSSTE, Hilario Ramírez, invitado de palo de la funcionaria, desde la segunda fila de invitados especiales, se coló a los flashazos del presídium al término del evento.

Primero se fotografió con el director del ISSSTE, quien aceptó posar junto Ramírez sin mostrar un ápice de empatía, quizá luego de conocer el negro historial sindical en el SINAPTISSSTE y sus vigentes compromisos pricolores.

Luego se acercó a saludar al secretario particular de Martí, Erasto Ensástiga Santiago , quien con toda caridad le regresó la indiferencia con la que fue tratado durante el festejo del trabajador del ISSSTE al asistir en representación oficial.

La forma es fondo, dijera el clásico, si bien Ramírez trató de congraciarse con la izquierda mexicana ahora en el poder, su ADN neoliberal no le permite sumarse a las filas de la cuatro té ni para ir por el café y el pan de dulce.

En la foto oficial aparecen Martí Batres, Norma Liliana Rodríguez Arguelles y a su lado derecho, Hilario Ramírez, el rival más débil. Del otro lado de Martí, aparece Dunia Ludlow, como una broma pesada del destino.
Aquí la historia.

En 2015, Dunia Ludlow Deloya cercana al proxeneta Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y a Israel Betanzos, por esa vía y a billetazos, trataron de encumbrar al dirigente del SNTISSSTE, Luis Miguel Victoria Ranfla, como diputado por el PRI a la última legislatura de la Asamblea Legislativa como plurinominal, a través de Hilario Ramírez.

Posteriormente, Luis Miguel Victoria quedó fuera de la ALDF, y no se concretó el uno dos con Dunia, lo que enfureció a Norma Liliana Rodríguez Arguelles, entonces secretaria de Finanzas, quien entregó las dotes sindicales a Ramírez Chávez.

Se sabe que Joel Ayala, líder de la FSTSE, dio manotazo al madruguete que intentó Luis Miguel Victoria y más de cuatro millones de pesos quedaron como donativo para el PRI-CDMX y en el bolso de alguien más.

En la elección del 2018, los sindicatos de la FSTSE apostaron por José Antonio Meade Curibreña, candidato a la presidencia del PRI y el mecenas del SNTISSSTE, haciendo gala con caravana ajena, Hilario Ramírez repartió las cuotas sindicales en apoyo de Meade y de Mikel Arreola a la Jefatura de la Ciudad de México.

La historia no perdona y las canas de hacen presentes. Hilario, atrapado en su dipsomanía donde los Grados Gay Lussac no le permiten pensar a cabalidad, Alicia Aranda Mejía su conserje y ama de llaves, actúa y ejerce la dirigencia del SINPATISSSTE en su propio beneficio; y, un secreto a voces que la cobardía y comodidad del CEN se encierra entre cuatro paredes palaciegas.

Vuelan cabezas en el CEN del SINPATISSSTE

Dos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del SINAPTISSSTE que enfrentaron a Alicia Aranda Mejía, una de ellas, Cándida Teresa López Bravo, fue desconocida como Presidenta del Comité Electoral General Autónomo; hoy a la espera de su reinstalación laboral, con sus derechos político-sindicales a salvo por lo que genera extrañeza que otro ocupe su lugar, un incondicional conocido como José Luis Medel.

El otro en el patíbulo, por pedir cuentas y exhibir a Alicia Aranda como abusiva y ladrona, es el famoso huesero, Antonio Ceballos Ocampo, quien se opuso a que los secretarios generales del SINAPTISSSTE aportaran 10 mil pesos por cráneo para el festejo del Día del Trabajador del ISSSTE en la capital, y el que, además, consiguió un descuento de más de 90 mil pesos, mismos que se quería carrancear Aranda Mejía.

Cándida Teresa ya fue removida de su cargo sindical y Ceballos Ocampo está a punto de dejar de ser Presidente del Comité Nacional de Vigilancia y quien por cierto ya abandonó las banderas del SINAPTISSSTE y dejó colgados de la brocha a sus seguidores de la Planilla Roja, acción que ya es costumbre en el “quiropráctico” del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”.

La terrible noticia de que la sección VI del SINPATISSSTE está a punto de desaparecer se fundamenta en que los afiliados que quedan son de chocolate; sólo tardan en estar “afiliados” un par de quincenas en lo que se dan cuenta que ya dejaron de pertenecer al SNTISSSTE.

La falsificación de firmas es el deporte extremo en el que los árbitros de Recursos Humanos dejan que corra el balón sin sacar tarjeta de expulsación.

Se sabe que los Cuatro Fantásticos de Ceballos Ocampo regresarán a sus servicios, sin pena ni gloria, con el rabo entre las patas y las orejas gachas, les cancelaron sus comisiones sindicales debido a que no cumplen con el requisito de afiliados necesarios para la actividad sindical.

Le cortan las alas al ingeniero César Espejo Rosas, a la licenciada Jamín González Hernández, al camillero José Julio César Aguilar López y a la administrativa, Agripina Castilla Aguilar, de lo que aún queda del Comité Ejecutivo Seccional de Ceballos Ocampo.

El alinea huesos Ceballos Ocampo, al fracasar en su sueño por dirigir a más de tres mil trabajadores del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, ahora busca una delegación sindical en el servicio de Traumatología del Instituto del Seguro Social en el turno nocturno de lunes, miércoles y viernes.

Todo su atrevimiento es para obtener licencia sindical de ganar con su descolorida planilla Naranja y luego dedicarse a buscar un hueso como buen traumatólogo en las filas de Morena, cuando en su consulta existen 260 huesos que tratar de sus pacientes en el ISSSTE y en el IMSS, sin embargo, se muestra insaciable en la búsqueda de un hueso legislativo para satisfacer su delirio de grandeza.

Para los trabajadores del CMN “20 de Noviembre” no hay opción sindical, ni oficios ni beneficios; la mayoría de sus trabajadores buscan cobrar sin trabajar con días sindicales que les regala cómodamente el dirigente sindical del SNTISSSTE, Eduardo Salazar, aspecto que les cuesta trabajo a los sindicatos minoritarios como el SINAPTISSSTE y el SNADETISSSTE, con la vista gorda de Recursos Humanos.

Se debe recordar que las ausencias sin sustento en las Condiciones Generales de Trabajo son una falta grabe debido a que los descuentos por ausencias o faltas y retardos, forman parte del erario y se considera como desvío de recursos o malversación de fondos que les paguen sin trabajar.

¿Desvío de recursos públicos? La nómina es dinero del pueblo. ¿El cáncer de la corrupción se resiste a desaparecer? Y vaya que el servicio de oncología es de lo mejor con el que cuenta el Sector Salud del país y no pueden erradicar ese cáncer por actitudes nefastas de unos cuantos irresponsables que dañan el servicio a más de 13 millones de derechohabientes.