En una llamada telefónica de más de 45 minutos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acordaron pausar la imposición de aranceles a productos mexicanos por un mes. La conversación, que abordó temas clave como migración, seguridad y comercio, derivó en la apertura de nuevas mesas de trabajo de alto nivel entre ambos gobiernos.
Durante la llamada, Sheinbaum destacó los esfuerzos conjuntos en la gestión migratoria y el combate al tráfico de fentanilo. En este último punto, ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de fortalecer la vigilancia en la frontera norte de México. Como parte del acuerdo, la Guardia Nacional mexicana incrementará en 10 mil elementos su presencia en la región para frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos.
Otro tema central fue el tráfico de armas de alto poder desde Estados Unidos a México. La presidenta mexicana enfatizó que estas armas fortalecen a grupos delictivos y solicitó a Trump mayor control en su territorio. Según Sheinbaum, el mandatario estadounidense se mostró receptivo y acordaron establecer mecanismos de cooperación en la materia.
En el ámbito comercial, Trump insistió en su preocupación por el déficit comercial de Estados Unidos frente a México, a lo que Sheinbaum respondió que no se trataba de un déficit, sino de una relación comercial equilibrada dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Para abordar este tema, ambos acordaron que sus respectivos secretarios de Economía trabajen en conjunto para encontrar soluciones viables.
El tema migratorio también formó parte de la conversación. Sheinbaum reafirmó su compromiso de proteger los derechos de los migrantes mexicanos en Estados Unidos y destacó la labor de la mesa de trabajo con el Departamento de Estado estadounidense. En el contexto de las recientes protestas de migrantes en diversas ciudades de EE.UU., la mandataria aseguró que su gobierno continuará con una política de defensa de los connacionales, reiterando que es su «obligación como Presidenta».
La noticia de la pausa en la aplicación de aranceles ha generado reacciones tanto en México como en Estados Unidos. Sheinbaum agradeció el apoyo de empresarios, cámaras de comercio y gobernadores estadounidenses que manifestaron su oposición a las tarifas comerciales. Destacó que «fue abrumador» el respaldo de diferentes sectores en ambos países, lo que contribuyó a alcanzar este acuerdo.
Diversos analistas han señalado que la presión del sector privado estadounidense jugó un papel clave en la decisión de Trump. Encuestas recientes indican que el 55% de los estadounidenses rechaza la imposición de nuevos aranceles a productos mexicanos, un factor que pudo influir en la postura del mandatario.
Como parte del acuerdo, se estableció un plazo de un mes para que las mesas de trabajo presenten avances concretos en los temas abordados. Sheinbaum y Trump continuarán en comunicación para dar seguimiento a estos compromisos, aunque no se ha definido un encuentro presencial.
La presidenta mexicana también informó que compartirá con Trump la campaña de concientización sobre los efectos del fentanilo, dirigida a jóvenes en México. Esta acción forma parte de una estrategia más amplia para reducir el consumo de esta droga.
Con esta negociación, Sheinbaum logra un respiro ante la amenaza de aranceles, refuerza la cooperación en seguridad y migración, y abre la posibilidad de una relación comercial más estable con Estados Unidos en el marco del T-MEC. No obstante, el futuro de estos acuerdos dependerá de los resultados que los equipos de trabajo presenten en el próximo mes.

