+ Rotundo fracaso la pretensión del SINAPTISSSTE de convertirse en el “sindicato mayoritario del ISSSTE”

Fernando Páez Robles

10/02/2025



Luego de un proceso competido entre los representantes de las planillas azul y verde, encabezadas respectivamente por Norma Liliana Rodríguez Arguelles e Hilario Ramírez Chávez, en mayo de 2022, con 31 mil 356 votos se impuso la oftalmóloga al abogado quien sólo alcanzó 24 mil 400.

Fue un proceso por demás pintado de irregularidades, entre ellos el uso y abuso de las cuotas sindicales para los gastos de campaña de la candidata hoy dirigente nacional de la segunda organización sindical en el membrete de la FSTSE con 80 mil trabajadores de base.

Luego del deceso del jerarca de la burocracia nacional, quien ocupa de forma provisional la dirigencia es el secretario general del Sindicato de la Secretaria de Salud, Marco Antonio García Ayala, quien está en dilema de asumir el cargo que le heredó su tío Joel Ayala Almeida, al ser el primer vicepresidente, en un lapso estatutario de 30 días para ser ratificado y luego de dos años, en un Consejo Nacional sea ungido como líder hasta el término de su gestión.

El sindicato que aún cuenta con la titularidad de las Condiciones Generales de Trabajo de la Secretaría de Salud precisamente su líder nacional tiene que convocar a la unidad dentro de su organización y luego poner en paz a su disidencia y en esa distracción podría colarse a la cabeza de la FSTSE la doctora Norma Liliana Rodríguez Arguelles. Al tiempo.

En ese sentido la sucesión en el SNTISSSTE en 2025, Norma Liliana Rodríguez lleva la mano para apoyar a su sucesor, en virtud de que el líder moral, Luis Miguel Victoria Ranfla está como el gansito, congelado, desacreditado, sin el apoyo del finado Ayala Almeida y sin la expectativa de sucederlo como se auto promovió al publicarse que la oftalmóloga le cedería la FSTSE, “nada más falso”, pregonan en el mayoritario, “Luis Miguel ya es punto y aparte”.

En ese contexto, Hilario Ramírez Chávez no tiene ninguna oportunidad de rescatar al menos una cuarta parte de los simpatizantes que obtuvo hace dos años. Se sabe que hasta diciembre tenía una membresía de al menos unos tres mil afiliados, al corte de enero de este año sus afiliaciones disminuyeron en un cien por ciento, ya sólo le alcanza para una treintena de licencias sindicales en todo el país donde estableció 19 secciones fantasmas.

Como la canción de los diez perritos : … “De ese uno que quedaba lo mató una bicicleta y quedó el pobre aplastado debajo de la banqueta”…diría Cepillín.

A Ramírez Chávez se le hizo bolas el engrudo: al perder la elección del 2022 le dio por el trago, pasión que lo persigue día y noche. Trascendió que, en Oaxtepec, Morelos, donde fue la sede del Congreso Nacional Ordinario, él ya había pactado su derrota a cambio de unos pesos que repartió entre sus más cercanos; Alicia Aranda Mejía y Juan Arturo Aguirre, quienes firmaron la aceptación de todas las irregularidades en su nombre en el Colegio Electoral Sindical.

La cosquilla, la comezón, le dio por crear un sindicato independiente bautizado como SINAPTISSSTE que de progresista sólo tiene el nombre. Escaso de billetes aceptó la propuesta de sus amigos adinerados como Edgar Israel Corona Aguilar, entonces subdirector de Administración y Finanzas, de Servicios de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento de Atizapán de Zaragoza (SAPASA), del Estado de México y del productor tequilero, Javier García, entre otros, como el propio Luis Miguel Victoria Ranfla.

Al paso del tiempo creció la baquita de las cuotas sindicales y pudo pagar los pasivos que tenía con sus padrinos, principalmente proveedores del ISSSTE por más de cinco millones de pesos, al menos, que utilizó en su campaña en contra de Norma Liliana Rodríguez Arguelles y como perdió tuvo que regresar la copa; de no ser así ya estuvieran sus mecenas en los contratos del SNTISSSTE con jugosos dividendos.

Ramírez Chávez está en proceso de liquidación del SINAPTISSSTE jamás podría avanzar con la férrea vigilancia que le instalaron al interior como Alicia Aranda Mejía, impuesta por Victoria Ranfla; José Manuel Sebreros Meza y Miriam Ruiz Aguirre, orejas de José Francisco García Culebro, además de no contar con los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, al menos tres de ellos son de provincia, lejos de la sede para llegar a la CDMX a hacer corajes con el dipsómano.

El resto nomás los nombró para llenar el formato porque jamás los integró a su staff como al administrativo José González Cedillo, al doctor Alfonso León Perales ni a la enfermera Gregoria Campuzano, precursores del SINPATISSSTE y, borrar del CEN de forma ruin y vulgar al permitir el despido del Hospital Regional Tacuba de su Presidenta del Comité General Electoral Autónomo, Cándida Teresa López Bravo, en funciones sindicales y luego sustituida por el incondicional José Luis Medel Ruiz en el cargo bajo el esquema de Violencia Política en Razón de Género, irregularidad que no ha sido sancionada por el TFCA.

A dos años tres meses que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje le otorgó el registro al Sindicato Nacional Progresista de los Trabajadores del ISSSTE (R.S 9/22) su dirigente nacional prometió a sus más de 24 mil trabajadores que lo apoyaron en la elección de mayo del 2022 en contra de Norma Liliana Rodríguez Arguelles, que para este año serían el sindicato mayoritario y está a punto de la extinción; secciones completas regresarán al redil del SNTISSSTE antes de que inicie el segundo bimestre de 2025.

En tanto, los afiliados al SINAPTISSSTE perdieron prestaciones económicas al aventurarse en el refrendo de su apoyo a alguien a quien no le interesa la defensa de los derechos laborales ni de sus partidarios más cercanos como los de Oficinas Centrales que siguen creyendo en sus exdirigentes seccionales como Hilario Ramírez Chávez, Alicia Aranda Mejía y José Luis Medel Ruiz, tercia de nuevo unida para esquilmar a más trabajadores.