El arte universitario no solo embellece los espacios académicos, sino que también salvaguarda la historia y los valores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Conservar y difundir la importancia de estas obras dentro y fuera del entorno universitario es una tarea fundamental para fortalecer la identidad auriverde y mexiquense.

En este contexto, la UAEMéx ha emprendido la restauración de una de sus piezas más icónicas: el mural «El nuevo canto mexicano», de Orlando Silva Pulgar, ubicado en el Plantel «Lic. Adolfo López Mateos» de la Escuela Preparatoria. Esta obra, creada por uno de los últimos exponentes del muralismo en México, no solo representa un símbolo para la comunidad universitaria, sino también para la ciudad de Toluca, al ser visible desde la vía pública.

La directora de Patrimonio Cultural de la UAEMéx, Yuriko Elizabeth Rojas Moriyama, explicó que este mural ha sufrido deterioro debido a su exposición al aire libre, lo que lo hace vulnerable a factores como la contaminación, la humedad y la microflora. “Este mural es icónico para la universidad porque está en un espacio universitario y es símbolo para la ciudad de Toluca, ya que se puede apreciar desde la vía pública. Sin embargo, al estar expuesto a la intemperie, ha enfrentado un desgaste significativo”, detalló.

Para su restauración, se conformó una brigada de estudiantes universitarios con perfiles afines a las necesidades del proyecto. En ella participan egresados de las facultades de Artes y de Arquitectura y Diseño, quienes aportan sus conocimientos para la conservación de la obra.

La encargada del Departamento de Restauración y Conservación de la UAEMéx, María Luz González Uribe, explicó que el proceso de restauración comenzó con una fase de conservación que tardó ocho semanas. Durante esta etapa, se retiraron elementos ajenos al mural, como líquenes y hierbas, con el fin de rescatar su imagen original. Posteriormente, la restauración se centra en restituir las partes perdidas por el salitre y la microflora, a través de una validación cromática que permita recuperar la unidad visual de la obra.

González Uribe señaló que estos procesos son extensos y demandantes, pues requieren múltiples revisiones, valoraciones y dictaminaciones antes de intervenir directamente sobre la obra. “Nuestro objetivo es revisar constantemente el estado del patrimonio cultural universitario y brindarle el mantenimiento necesario. Si detectamos deterioro importante, lo atendemos de inmediato. Una vez que concluya la restauración, capacitaremos al personal a cargo del mantenimiento del plantel para su conservación a largo plazo”, puntualizó.

Las especialistas coincidieron en la importancia de que la comunidad universitaria valore y cuide estas obras de arte, pues forman parte de la memoria colectiva de la institución. En este sentido, destacaron la relevancia de sensibilizar a estudiantes, docentes y personal administrativo sobre la necesidad de preservar el patrimonio cultural universitario, a fin de garantizar que estas expresiones artísticas sigan transmitiendo su mensaje a las generaciones futuras.