En la actualidad, los animales de compañía han adquirido un papel fundamental en la vida de las familias, convirtiéndose en miembros esenciales que brindan apoyo emocional y estabilidad a sus cuidadores. Sin embargo, la pérdida de una mascota puede desencadenar un duelo profundo, un proceso que, según el Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), involucra una serie de etapas emocionales que varían según la persona y la naturaleza del vínculo con el animal.

El duelo es una reacción natural ante la pérdida de un ser querido, una relación afectiva o incluso un objeto con gran carga emocional. De acuerdo con especialistas del CESPI, este proceso puede ser planeado, cuando se anticipa la pérdida debido a la edad o enfermedad del animal, o súbito, cuando ocurre de manera inesperada, generando un impacto emocional más fuerte en el propietario.

Las y los expertos del CESPI explican que el duelo por la pérdida de una mascota se desarrolla en distintas fases. En primer lugar, la persona experimenta la negación, que implica no aceptar la ausencia del animal. Posteriormente, aparece el enojo, la rabia o la frustración, sentimientos que pueden dirigirse hacia uno mismo, hacia otros o incluso hacia la situación en general.

La tercera fase es la conciliación interna, en la que la persona comienza a procesar sus sentimientos y a encontrar una manera de seguir adelante. Luego, se atraviesa una etapa de depresión, caracterizada por la tristeza y la evitación de situaciones o recuerdos relacionados con la mascota. Finalmente, se llega a la aceptación, momento en el que se comprende la pérdida y se retoma la vida con una nueva perspectiva.

Cada individuo experimenta el duelo de manera distinta, dependiendo del vínculo que tenía con su mascota. Esto puede generar diferencias en la manera en que los integrantes de una familia enfrentan la pérdida, lo que a su vez podría provocar conflictos. Por ello, el CESPI subraya la importancia de respetar el proceso de cada persona, brindando comprensión, solidaridad y empatía.

Uno de los aspectos fundamentales del acompañamiento en el duelo es garantizar un entorno seguro, especialmente en infancias y adolescencias. Los adultos deben ser sensibles ante las emociones de las y los menores, ya que esta pérdida puede influir en su desarrollo socioemocional. Además, es crucial estar atentos a señales de autolesiones o aislamiento prolongado, y en caso necesario, buscar apoyo profesional.

Ante la complejidad del duelo, la UAEMéx pone a disposición de la comunidad universitaria y del público en general los servicios del CESPI, donde especialistas en psicología ofrecen acompañamiento y orientación emocional para afrontar la pérdida de una mascota u otras situaciones de duelo.

Para conocer más sobre los servicios del CESPI, las y los interesados pueden visitar el sitio web: CESPI UAEMéx.