Francisco Garfias
Algo extraño ocurrió ayer en el Senado. El PAN votó con el oficialismo la Estrategia Nacional de Seguridad de la 4T, que dio a conocer la presidenta Claudia Sheinbaum en octubre.
¿Es un reconocimiento de que se abandonó la estrategia de abrazos, no balazos que nos dejó alrededor de 200 mil muertos en los cinco años y 10 meses que López Obrador estuvo en la Presidencia? De alguna manera sí.
Habla Francisco Ramírez Acuña, senador del PAN, exsecretario de Gobernación y otrora gobernador de Jalisco. “Apoyar para exigir”, nos dijo antes de entrar al salón de sesiones.
Ya en tribuna puntualizó: “Votaremos a favor con la mejor de las voluntades políticas, aunque estamos conscientes de que la estrategia presentada tiene muchas carencias.
“No estamos ofreciendo un cheque en blanco al secretario de Seguridad, estamos entregando nuestro apoyo para que se hagan bien las cosas en materia de seguridad, y se abandone, de una buena vez la estrategia de abrazos, no balazos.
La estrategia descansa en cuatro ejes: atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia e investigación y coordinación en el Gabinete de Seguridad y con las entidades federativas.
La única bancada que votó en contra fue la del PRI. Tocó al senador Miguel Riquelme, exgobernador de Coahuila, posicionar al tricolor. Expuso en tribuna: “La Estrategia Nacional que hoy nos presenta el Poder Ejecutivo, no es más que una repetición de los errores del pasado, pero con una diferencia: sin controles judiciales y sin contrapesos, sumándole el debilitamiento de las locales de seguridad y con un secretario ejecutivo que centraliza atribuciones”.
El MC fue otro de los partidos no oficialistas que le dieron el voto a la citada estrategia. Morena, PVEM y PT completaron los 105 votos con los que quedó aprobada la estrategia.
* Los otros datos. Omar García Harfuch, secretario de SPC, compareció ayer a puerta cerrada en la Cámara alta, frente a senadores de la Junta de Coordinación Política, órgano del gobierno del Senado e integrantes de la Comisión de Seguridad Pública. El único contacto que tuvo con la prensa fue a su llegada a la sede de esa cámara legislativa. Antes de encerrarse con los senadores, presumió “resultados” en entrevista de banqueta.
Juzgue usted: “Ha bajado la tasa de homicidios en el país. Este primer trimestre es el más bajo desde 2018. Sí tenemos menos delitos de alto impacto que anteriormente, pues se están dando resultados. Hay más de 18 mil detenidos, más de 800 laboratorios destruidos. Cualquier cantidad de dinero que deja de ingresar a las organizaciones criminales para que dejen de reclutar más gente, para comprar armamento, para corromper autoridades. Se han desarticulado muchísimas células delictivas”.
El secretario reconoció, sin embargo, que el hecho de que haya resultados no quiere decir que el problema esté resuelto.
* Lo que nos faltaba. El Senado aprobó con 105 votos, y sin discusión, la nueva Ley de Armas de Fuego Explosivos para que, entre otras cosas, integrantes de Pemex, la CFE, y el SAT puedan portar armas. Lo más curioso es que el Senado subió a su cuenta oficial de X un mensaje en el que dice que esa ley es para establecer un nuevo marco jurídico de equipamiento y accesorios, que procure ¡la paz y el desarme!
Es la primera vez que escucho que el desarme se promueve armando gente. Ya no me sorprende.
* Esta semana sabremos quién ocupa la titularidad del órgano desconcentrado “Transparencia para el Pueblo” que sustituye al Inai. Únicamente tendrá competencia sobre el Poder Ejecutivo federal. Su titular será nombrada directamente por la Presidenta y ya no por el Senado, como era el caso de los comisionados del Inai.
Fuentes bien informadas nos adelantan que será una mujer, sin dar más detalles. En el caso de los poderes Legislativo y Judicial, de gobernadores, alcaldes y órganos autónomos, se da otro paso atrás. Van a autorregularse.
Ya que estamos. El 13 de mayo próximo es el último día para que el extinto Inai haga la entrega institucional de las actas a la titular de Transparencia para el Pueblo.
Éstas deberán estar suscritas por los cuatro comisionados que le quedaban al instituto; Adrián Alcalá, Blanca Lilia Ibarra, Julieta del Río y Josefina Román. “De todo lo que entreguemos somos responsables”, subraya Alcalá.
¿Y qué entregan? Entre otras cosas, el edificio del Inai. Tiene 4 mil 552 metros cuadrados de terreno y 33 mil metros cuadrados de construcción.
Se adquirió vía un arrendamiento financiero con opción a compra. Hasta abril, se debían 277 millones 21 mil 241 pesos. La renta cuesta 77 millones de pesos anuales.
Publicado en excelsior

