Ante la creciente necesidad de mano de obra en los invernaderos dedicados al cultivo de jitomate en la Sierra Norte de Puebla, un equipo de investigadores y estudiantes del Centro Universitario UAEM Texcoco de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) ha desarrollado un robot inteligente capaz de identificar y cortar jitomates maduros de forma autónoma. Esta innovación podría transformar radicalmente el proceso de cosecha en una de las regiones productoras más importantes del país.
El proyecto, encabezado por el profesor José Sergio Ruiz Castilla, miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), surgió como respuesta directa a las problemáticas observadas en campo. “Cuando llega la fecha de corte, no hay gente suficiente para realizar el trabajo. Ante esa necesidad, decidimos desarrollar un brazo robótico programado para identificar los jitomates maduros y cortarlos”, explicó.
En la actualidad, existen alrededor de dos mil unidades productivas en esa región poblana, dedicadas al cultivo de jitomate en invernadero. Aunque el trabajo cotidiano de las plantas requiere de una o dos personas por unidad, el verdadero desafío aparece durante la cosecha: todo el producto debe cortarse, empacarse y enviarse en un margen no mayor a 16 horas. La escasez de trabajadores disponibles para realizar esa labor en tan corto tiempo motivó la búsqueda de soluciones automatizadas.
El equipo universitario inició entrenando un algoritmo de inteligencia artificial capaz de distinguir entre un jitomate verde y uno rojo. Tras afinar el modelo, lo integraron a un robot comercial, al que dotaron de un software propio desarrollado por los estudiantes y docentes. “El robot es comercial. Viene para armar y una vez armado hay que programarlo. Nosotros generamos los programas para indicarle los movimientos”, detalló Ruiz Castilla.
El prototipo fue probado en un entorno controlado dentro de un invernadero, donde logró cortar jitomates maduros sin dificultad, alcanzando un ritmo de un fruto cada nueve segundos. Aunque la eficiencia ya es notable, los investigadores trabajan para reducir ese tiempo. Sin embargo, hasta ahora, el dispositivo opera desde una base fija.
El siguiente paso, en el que ya trabajan, es dotar al robot de movilidad. Este avance consistirá en montar el brazo robótico sobre una plataforma controlada por inteligencia artificial, que se desplazará por los pasillos del invernadero mediante un sistema seguidor de líneas. “En el invernadero va a haber una cintilla blanca por los pasillos y el carrito de la plataforma sólo va a seguir el camino”, explicó el investigador.
La nueva versión del robot estará equipada con cuatro brazos mecánicos, capaces de alcanzar frutos en plantas que pueden medir hasta dos metros y medio de altura. El sistema cortará todos los jitomates visibles, avanzará y repetirá el proceso hasta completar el recorrido. Según el cronograma del equipo, se espera que el prototipo móvil esté listo en agosto de este año para ser probado nuevamente en condiciones reales.
El desarrollo ha despertado un notable interés entre los productores de jitomate de Puebla, quienes ya solicitan pruebas piloto en sus propios invernaderos, vislumbrando una solución viable a la carencia de mano de obra que enfrentan cada ciclo. Además, el proyecto ha trascendido fronteras: investigadores en Chile, donde se realiza un trabajo similar, han invitado al equipo mexicano a colaborar.
Más allá del impacto inmediato en la cosecha del jitomate, esta innovación representa un hito en la aplicación de inteligencia artificial y robótica en la agricultura mexicana. Con ella, la UAEMéx reafirma su compromiso con el desarrollo tecnológico al servicio del campo, demostrando cómo la academia puede responder de manera efectiva a las necesidades productivas del país.

