Este jueves 15 de mayo, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) cumplió con las expectativas del mercado y redujo la tasa de interés en 50 puntos base, dejándola en 8.50 por ciento. Este es el tercer recorte del año y mantiene la misma magnitud que los anteriores.
El ajuste se da en un contexto donde el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano evitó la recesión en el primer trimestre, aunque persisten las preocupaciones por el impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos, principal socio comercial de México. Desde agosto de 2024, Banxico ha ido disminuyendo la tasa desde un máximo de 11 por ciento, nivel alcanzado debido a la alta inflación registrada en ese momento.
En su comunicado, la Junta de Gobierno anticipa que podría continuar con la calibración de la política monetaria y seguir ajustando la tasa en recortes similares, siempre manteniendo una postura restrictiva para controlar la inflación, que en 2025 se ha mantenido dentro del rango objetivo del banco central (3% ± 1%).
La gobernadora Victoria Rodríguez y su equipo están atentos a la desaceleración económica y al efecto de los aranceles estadounidenses, que podrían derivar en un periodo de estancamiento o incluso una recesión leve. Jonathan Heath, subgobernador del Banxico, señaló que aún existe margen para seguir reduciendo la tasa debido a estas condiciones.
El movimiento ha generado sorpresa entre analistas, quienes esperaban que la magnitud de los recortes disminuyera a 25 puntos base. Luis Gonzali, de Franklin Templeton México, destacó la continuidad en recortes de 50 puntos base, mientras que Alfredo Coutiño, de Moody’s Analytics, advirtió sobre el riesgo que implica acelerar la reducción en un entorno con brechas inflacionarias.
Finalmente, Monex recomendó monitorear las próximas publicaciones económicas y la evolución del tema comercial para ajustar las expectativas sobre la política monetaria en México.

