El escritor y periodista Juan Villoro presentó en el Senado de la República su libro No soy un robot, en un evento donde abordó la necesidad urgente de legislar sobre los derechos digitales y la democratización del conocimiento en la era tecnológica.

Villoro lamentó la ausencia de la periodista Gabriela Warkentin, quien no pudo asistir por razones familiares, y agradeció al senador Luis Donaldo Colosio Riojas por su lectura y análisis del libro, así como por su labor en impulsar la discusión sobre los derechos digitales.

Durante su intervención, el escritor expuso cómo la tecnología ha transformado la manera en que consumimos información y conocimiento. Destacó que, con la llegada del libro electrónico, los lectores no solo interactúan con el contenido, sino que los mismos libros recopilan datos sobre los hábitos de lectura. Recordó que, en los primeros años del e-book, la frase más subrayada por los usuarios fue: A veces las cosas más importantes caen en manos de gente que no está preparada para valorarlas, de la novela Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins.

Villoro señaló que esta frase representa el dilema actual: la humanidad ha recibido una herramienta poderosa como la tecnología digital, pero aún no está preparada para utilizarla de manera óptima. Subrayó la falta de pedagogía en el uso de dispositivos tecnológicos, lo que puede derivar en adicción, aislamiento o conflictos sociales.

Asimismo, destacó casos en los que la conectividad ha permitido la organización de movimientos sociales, como la Primavera Árabe o las protestas globales contra el neoliberalismo en Porto Alegre. Sin embargo, también advirtió que Internet, aunque fue concebido como un espacio para la libre difusión del conocimiento, ha evolucionado hacia un negocio donde los datos personales se han convertido en la principal mercancía.

El escritor explicó que cada interacción digital deja huellas que pueden ser utilizadas con fines comerciales, transformando a los usuarios en productos. Recalcó la importancia de legislar para proteger la privacidad y garantizar el acceso equitativo a la información sin afectar los derechos individuales.

Villoro enfatizó la urgencia de generar conciencia sobre el impacto de la tecnología y aseguró que el debate sobre los derechos digitales debe convertirse en una prioridad en la legislación mexicana.

Luis Donaldo Colosio y Juan Villoro abordan los efectos de la sobreinformación y la pérdida de profundidad en el discurso digital

Durante la presentación del libro No soy un robot, el senador Luis Donaldo Colosio Riojas destacó la problemática de la sobreinformación y la superficialidad en el discurso digital. Señaló que el acceso a la información se ha vuelto “atmosférico”, lo que genera una saturación de contenidos que, en muchos casos, se vuelven efímeros.

Colosio Riojas advirtió que la velocidad con la que circulan noticias y datos ha erosionado la profundidad de ideas y la riqueza del lenguaje en la comunicación cotidiana, lo que plantea un desafío para la preservación de la identidad cultural en un entorno de interacción masiva y automatizada.

Ante esta reflexión, Juan Villoro coincidió en que la sobreexposición a información genera confusión sobre lo que es relevante y lo que no. Expuso el fenómeno de la simplificación del pensamiento en redes sociales, donde las respuestas se han reducido a reacciones binarias: aprobaciones con “likes” y emoticones o condenas en linchamientos digitales.

El escritor mencionó el impacto político de esta tendencia, haciendo referencia al trabajo de Cambridge Analytica, una firma que influyó en más de 30 procesos electorales alrededor del mundo, favoreciendo discursos populistas y eliminando el análisis de proyectos complejos. Explicó cómo esta estrategia ha llevado a la toma de decisiones basada en emociones inmediatas en lugar de un pensamiento crítico sustentado en matices.

Villoro subrayó que la solución no es abandonar el mundo digital, sino equilibrar su uso con herramientas culturales que permitan una comprensión más profunda de los temas. Destacó la importancia de espacios como el Senado para promover la reflexión y el debate en torno a la transformación digital y sus implicaciones en la sociedad.

El evento concluyó con un llamado a generar conciencia sobre los riesgos de la simplificación del discurso público y la necesidad de legislación que proteja el acceso equitativo a la información sin comprometer el pensamiento crítico y la identidad cultural.