La senadora del PRI, Paloma Sánchez Ramos, lamentó que este 9 de junio se cumplan nueve meses de una crisis de violencia que ha golpeado con fuerza a las familias sinaloenses. La legisladora denunció que la situación está marcada por impunidad, miedo y sufrimiento, afectando a miles de ciudadanos.

Desde septiembre de 2024, la violencia en Sinaloa ha dejado un saldo alarmante: 1,445 asesinatos, 1,540 personas desaparecidas y 5,384 vehículos robados. La senadora subrayó que estas cifras no pueden ser vistas como simples estadísticas, sino como el reflejo de vidas perdidas, familias rotas y un estado que exige respuestas.

El origen de la crisis se vincula a una disputa interna entre los grupos del crimen organizado Los Mayos y Los Chapos, facciones del Cártel de Sinaloa, que se intensificó tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada García y Joaquín Guzmán López, hijo del “Chapo” Guzmán, en julio de 2024. Desde entonces, los enfrentamientos han sido constantes, con balaceras, desapariciones y ataques en diversas zonas del estado.

A pesar de los esfuerzos del gobierno estatal, encabezado por Rubén Rocha Moya, la violencia no ha cesado. El mandatario ha asegurado que existe un plan de contención, pero los hechos recientes, como el hallazgo de nueve osamentas en fosas clandestinas en Mazatlán, evidencian que la crisis sigue fuera de control.

La senadora Sánchez Ramos reiteró la urgencia de visibilizar esta tragedia y atender con responsabilidad la inseguridad que viven miles de personas en Sinaloa. La crisis no solo ha afectado la seguridad, sino también la economía del estado, con una caída del 5% en la actividad económica y la pérdida de más de 36,000 empleos en el último año.

La situación en Sinaloa sigue siendo crítica, y la exigencia de respuestas por parte de la ciudadanía y los legisladores se intensifica. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo terminará esta ola de violencia?