En una enérgica declaración ante medios de comunicación, el diputado federal y coordinador parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rubén Moreira Valdez, denunció un intento de albazo legislativo en la Cámara de Diputados mediante una serie de modificaciones a la legislación en materia de inteligencia y seguridad, contenidas en un documento de 480 páginas que, según dijo, fue presentado sin el debido proceso y sin el conocimiento de la mayoría de los legisladores.
El documento, que llegó a la Gaceta Parlamentaria con la firma de seis de los 18 integrantes de la Mesa Directiva de la Comisión de Seguridad, fue calificado por Moreira como un “enredo” que cambia completamente los dictámenes aprobados en comisiones y representa, a su juicio, un atentado contra el Estado de derecho. “Esto en realidad es un albazo, cambia totalmente los dictámenes que votó la Comisión. Les decía ayer a la mayoría: los van a hacer votar cosas que no han leído ni van a leer”, afirmó.
Uno de los puntos más sensibles, destacó, es el fortalecimiento de un aparato de vigilancia generalizada que permitiría al Estado rastrear en tiempo real la ubicación de cualquier persona, así como acceder a información personal y registros telefónicos. “Con esto pueden saber no solo dónde estás, sino también quién está contigo. Todos los teléfonos que estén funcionando pueden ser intervenidos”, advirtió el legislador.
Moreira también señaló que el nuevo marco legal obligaría a las empresas telefónicas a entregar datos personales de sus usuarios, y en caso de no cumplir, enfrentarían consecuencias penales. “Si no los dan, los meten al bote”, expresó, comparando la medida con prácticas autoritarias de regímenes fascistas.
La preocupación del coordinador priista también se centró en el desmantelamiento de la colaboración entre la federación y los estados, así como en la centralización del poder en las instituciones militares y de seguridad federal, como la SEDENA, la Marina y la Secretaría de Seguridad Pública. “Todo, todo es un Big Brother, orwelliano y goebbeliano”, sentenció.
A pregunta expresa sobre qué procederá tras una eventual aprobación de la reforma, Moreira fue contundente: “Nosotros vamos a votar en contra. Vamos a ver qué hacen los senadores, y creo que terminaremos en tribunales internacionales, porque aquí la justicia se acabó hace rato”.
Aunque reconoció que solo pudo darle “una repasada” al texto, el diputado afirmó que el contenido agrava las prácticas de espionaje, al incluir instancias como un consejo y un comité de investigación compuesto por autoridades federales, y al modificar artículos clave para dispersar las facultades de vigilancia y control. “Por ejemplo, el artículo 8 fue desmembrado y parte de su contenido ahora está en los artículos 12, 30, 31 y 32. La redacción es más punitiva, más centralista”, explicó.
El legislador también advirtió que esta acción puede ser el preludio de reformas aún más agresivas, entre ellas la eliminación de partidos políticos, incluso aliados del oficialismo como el PT y el PVEM, a través de la desaparición de plurinominales. “Después de esto sigue eliminar a los partidos políticos. Están deshaciendo la República”, enfatizó.
Rubén Moreira acusó que ni siquiera la presidenta de la Comisión de Seguridad conoce a fondo el documento, y pidió formalmente que el dictamen sea enviado a revisión por la Comisión correspondiente o que se amplíe el periodo extraordinario para su análisis. “Esto nunca se había presentado en la Cámara. Es una forma de legislar profundamente autoritaria”, concluyó.

