Ciudad de México.— Luego de que Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declarara culpable ante una corte federal en Chicago, y su abogado Jeffrey Lichtman arremetiera contra el gobierno mexicano —recordando el caso de Salvador Cienfuegos y calificando como “absurdo” que México opinara sobre el acuerdo de culpabilidad—, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó con contundencia desde Sinaloa.
En conferencia de prensa previa a su gira por Sinaloa, Sonora y Baja California, Sheinbaum calificó las declaraciones del abogado como “falsas e irrespetuosas” hacia la investidura presidencial. “No establecemos contubernio ni complicidad con nadie”, afirmó, subrayando que el proceso judicial corresponde exclusivamente a la Fiscalía General de la República (FGR)
La mandataria informó que el fiscal Alejandro Gertz Manero le notificó que la FGR emitirá un comunicado oficial sobre el caso. Además, reiteró que su visita a Sinaloa no está relacionada con el proceso de Guzmán, sino con temas de salud y seguridad pública. “Hoy hablamos en el gabinete de seguridad sobre Sinaloa y acordamos apoyos adicionales. Los tres secretarios principales del gabinete estarán aquí cada 15 días para desarrollar el gabinete de seguridad”, indicó.
La FGR, por su parte, rechazó las declaraciones del abogado de Guzmán, calificándolas como “descalificaciones injustas e irresponsables” sin pruebas, y reafirmó que la extradición fue resultado de un operativo legal en el que murieron diez militares.
El caso de Ovidio Guzmán ha escalado en tensión diplomática y mediática, luego de que se declarara culpable de tráfico de drogas, lavado de dinero y participación en crimen organizado, y aceptara colaborar como testigo en juicios contra otros miembros del Cártel de Sinaloa.

