Ciudad de México.— El Grupo Parlamentario del PAN en San Lázaro aseguró que la salida de Pablo Gómez de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) responde a presiones directas del expresidente estadounidense Donald Trump, quien habría exigido resultados concretos en el combate al lavado de dinero durante su llamada con Claudia Sheinbaum.
Federico Döring, vocero del GPPAN, afirmó que “rodó su cabeza porque Estados Unidos se cansó del show mediático sin detenidos ni bienes asegurados”. Según el panista, la gestión de Gómez se caracterizó por decomisos sin consecuencias legales, mientras las estructuras financieras del crimen organizado permanecían intactas.
“Laboratorios, pipas, armas, dinero en efectivo, tanques… toda una industria del huachicol operando bajo Morena, sin que se haya congelado un solo centavo a sus cabecillas ni a políticos de la 4T”, denunció Döring.
El PAN celebró la salida de Gómez, recordando que votaron en contra de su designación. Sin embargo, lamentaron que Sheinbaum lo haya reciclado políticamente, enviándolo ahora al Instituto Nacional Electoral (INE), donde —según Döring— “destruirá lo que queda de la democracia”.
“Asumirá el nuevo encargo lleno de rabia, rencor y resentimiento. No construirá una reforma electoral de consenso, sino una cruzada de odio contra el país”, advirtió.
Döring acusó que bajo el nuevo marco legal, las elecciones serán operadas con dinero sucio proveniente del narcotráfico y el huachicol fiscal, mientras la herencia de los “abrazos” de AMLO sigue sin ser superada por el gobierno de Sheinbaum.

