Ciudad de México.— Ante el riesgo latente que representa el asbesto para la salud pública, la senadora Virginia Magaña Fonseca, del Partido Verde, presentó un Punto de Acuerdo para exhortar a la titular del Poder Ejecutivo de Guanajuato a realizar un diagnóstico integral sobre la presencia y uso de este mineral en la entidad, así como a diseñar una estrategia progresiva para su eliminación definitiva.

La legisladora advirtió que no se debe escatimar en los esfuerzos para erradicar las fuentes de riesgo en torno al cáncer, una de las cuales es el asbesto, cuyo uso persiste en México a pesar de su comprobado carácter cancerígeno. Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Americana contra el Cáncer han determinado que la exposición al asbesto, incluso en periodos breves, puede provocar enfermedades graves, cuyos síntomas suelen manifestarse años después.

El asbesto, explicó, es popular por sus propiedades de resistencia al calor, ruido, electricidad y químicos, además de su bajo costo de procesamiento, lo que lo ha convertido en un material común en la industria de la construcción. Sin embargo, su peligrosidad aumenta cuando se encuentra disperso en el aire, como ocurre durante su extracción, procesamiento, desgaste o reparación.

Magaña Fonseca subrayó que no existe un nivel seguro de exposición al asbesto, y que su uso debe ser eliminado para proteger la salud de las y los mexicanos. Señaló que, aunque más de 71 países ya han prohibido este mineral desde 1986, México aún no cuenta con una prohibición total. La regulación vigente, a través de la NOM-125-SSA1-2016, se limita al control de su manejo, lo cual consideró insuficiente para garantizar la protección de la población y del medio ambiente.

Además, denunció que actualmente no existe ningún programa nacional de sustitución del asbesto, lo que impide avanzar hacia su erradicación. En el caso de Guanajuato, advirtió que los tumores malignos constituyen la tercera causa de muerte, según datos del INEGI, por lo que insistió en la urgencia de tomar acciones inmediatas para prevenir enfermedades relacionadas con este mineral.

“El riesgo está presente, la evidencia científica es contundente y la omisión institucional no puede continuar. Es momento de actuar con responsabilidad y visión preventiva”, concluyó.