En un acto que sacude la conciencia internacional, el ejército israelí asesinó este domingo al equipo completo de periodistas de la cadena Al Jazeera en Gaza. El ataque fue dirigido contra una tienda de campaña ubicada junto al hospital Al-Shifa, donde residían y trabajaban los comunicadores.
Entre las víctimas se encuentra Anas al-Sharif, reconocido periodista palestino de 28 años, quien recientemente denunció ante las cámaras la hambruna que azota a la población gazatí. Junto a él murieron el corresponsal Mohammed Qreiqeh, los camarógrafos Ibrahim Zaher y Moamen Aliwa, y el conductor Mohammed Nofal.
El Comité para la Protección de los Periodistas había advertido que Al-Sharif era blanco de una campaña de desprestigio militar israelí que “podría ser el anticipo de su asesinato”. Hoy, esa amenaza se ha cumplido.
Israel justificó el ataque acusando a Al-Sharif de “terrorista”, sin presentar pruebas verificables. Al Jazeera denunció esta narrativa como un intento de legitimar el asesinato de sus reporteros.
Este crimen no solo representa un ataque contra la prensa: es un intento brutal de silenciar la verdad en medio de una ofensiva militar que ha dejado más de 230 periodistas muertos desde el inicio del conflicto.
CCO Noticias condena este acto como un crimen de guerra y exige justicia internacional. La prensa no se calla. La verdad no se bombardea.

