Este fin de semana, Somos México (Somos MX) celebró cuatro asambleas distritales en puntos clave del país: Toluca y Jilotepec (Estado de México), Iztapalapa (Ciudad de México) y Villaflores (Chiapas). Con ello, el movimiento ciudadano alcanzó su Asamblea número 76, consolidando su presencia como fuerza emergente frente al abandono institucional.
En el Estado de México, donde la inseguridad y la falta de servicios públicos golpean a diario, cientos de ciudadanos se sumaron al proyecto en las asambleas del Distrito 26 (Toluca) y Distrito 1 (Jilotepec), coordinadas por Rafael Yohnvany Rivera López. La participación masiva, especialmente en Jilotepec, evidenció el hartazgo social y la búsqueda de soluciones reales ante el crecimiento del crimen organizado y la extorsión cotidiana.
En el Distrito 4 de Iztapalapa, bastión del partido en el poder, Somos MX logró una asamblea contundente. Emilio Álvarez Icaza, en representación de la Coordinación Nacional, cuestionó la normalización del “derecho de piso” y la extorsión que obliga a cerrar negocios en zonas estratégicas. “Lo que queremos es que Somos México sea un instrumento para organizarnos y presionar a la autoridad… porque a la gente pobre es a la que más se abusa”, afirmó. Y añadió: “Si gritamos todos, igual y sí se nos escucha. No solo deben ser tomados en cuenta los amigos del Gobierno o de la Jefa de Gobierno.”
En Chiapas, Amado Avendaño encabezó la Asamblea del Distrito 10 en Villaflores. Ante una concurrencia entusiasta, llamó a conformar comités municipales desde la base comunitaria: “Para el 2027 vamos a necesitar 20 mil candidatos en todo el país. Que sea gente decente, y la hay, pero no se les ha dado esa oportunidad.” Subrayó que Somos MX no impondrá liderazgos, sino que será la propia ciudadanía quien decida sus representantes. “Es hora de que los ciudadanos nos metamos a hacer política, porque ya dejamos que otros lo hicieran… y vean cómo nos fue.”
Con esta jornada, Somos MX reafirma su vocación de construir desde abajo, con la gente, para la gente. La Asamblea 76 no es solo un número: es el eco de miles que ya no aceptan ser espectadores del poder, sino protagonistas de un país que exige dignidad, justicia y representación.

