Durante la apertura del Primer Periodo de Sesiones Ordinarias, la diputada Diana Estefanía Gutiérrez Valtierra, en representación del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), ofreció una intervención contundente que se convirtió en una denuncia abierta contra el gobierno federal. En contraste con los discursos oficiales, la legisladora expuso lo que llamó “la otra cara de México”: una nación golpeada por la violencia, el abandono institucional y una regresión democrática sin precedentes.

Gutiérrez acusó que comunidades como las de Chiapas viven bajo el asedio del crimen organizado, obligadas incluso a huir hacia Guatemala. Señaló que en hospitales no hay medicamentos, en escuelas faltan maestros, y que el país atraviesa un retroceso institucional marcado por una reforma judicial que, según dijo, no democratizó la justicia sino que la subordinó al poder político. Afirmó que el nuevo Poder Judicial nace manchado por el fraude y que su legitimidad dependerá de sus sentencias, no de su origen.

En materia económica, la diputada denunció que Pemex está en quiebra técnica, con una deuda cercana a los 100 mil millones de dólares, mientras el gobierno ha gastado sin resultados. La deuda pública alcanzó el 50% del PIB, lo que representa que cada mexicano pasó de deber 84 mil pesos a 137 mil. Criticó que la aparente fortaleza del peso se debe a la debilidad del dólar y a políticas neoliberales que el actual gobierno desprecia pero de las que se beneficia. También lamentó que el fenómeno del nearshoring esté siendo desaprovechado por falta de certeza jurídica y una política energética obsoleta.

En salud, acusó que 7 de cada 10 mexicanos deben atenderse en farmacias privadas, y que los hogares más pobres destinan hasta la mitad de sus ingresos a medicamentos. En educación, advirtió que el rezago persiste y que sin calidad educativa no hay empleos dignos ni ciudadanía plena. En seguridad, denunció que el gobierno protege al crimen organizado, citando casos como el de “La Barredora”, y que la estrategia de “abrazos, no balazos” ha fracasado. Aseguró que las desapariciones aumentan y que los colectivos de búsqueda enfrentan el abandono del Estado.

La diputada también alertó sobre la censura y el espionaje desde el poder, mencionando periodistas acosados, ciudadanos difamados y críticos obligados a pedir disculpas públicas. Rechazó que el gobierno rinda cuentas y afirmó que Acción Nacional no permitirá que la democracia se convierta en un trámite del poder. Propuso una agenda clara: recuperar el acceso a salud, garantizar el abasto de medicamentos, cerrar el rezago educativo, proteger el ingreso familiar, reducir el precio de la gasolina, fortalecer la inversión con transparencia, defender la libertad de expresión y castigar con cárcel a funcionarios que colaboren con el crimen organizado.

Con un llamado firme, concluyó que el PAN está listo para defender la patria, cuidar la República y fortalecer las instituciones democráticas. “Aquí estamos y aquí seguiremos, unidos, fuertes y valientes por México”, sentenció.