El senador Manuel Añorve, coordinador del PRI en el Senado, desmanteló con crudeza el primer informe de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, acusando una narrativa oficial plagada de cifras a modo, omisiones graves y simulación institucional. Desde Palacio Nacional, dijo, se presentó un mensaje de buena fe que oculta una realidad devastadora: hospitales sin medicamentos, Pemex colapsado, 130 mil desaparecidos borrados del discurso y un Poder Judicial capturado por cuotas de lealtad. “Fue un informe de Palacio, de buena voluntad, de verdades a medias. Pero el país exige cuentas, no porras”, sentenció.

Añorve denunció que los nuevos jueces y magistrados llegaron por recomendación directa de influyentes de la 4T, sin méritos ni preparación, en un proceso que calificó como “tombolazo” y “palomeo partidista”. “90% de lealtad, 10% de capacidad”, ironizó, al señalar que muchos de los nombramientos responden a vínculos políticos y no a perfiles técnicos. En materia de salud, expuso que más de 54 millones de mexicanos siguen sin acceso a servicios médicos, desmintiendo el supuesto 90% de abasto hospitalario que presumió la presidenta. “No puedo aceptar que se diga que se consolidó el esfuerzo de López Obrador. Es una mentira institucional”, afirmó.

La crítica se tornó simbólica y corrosiva: “Estamos en el reino aventura, magia y fantasía. Las cifras no mienten, pero uno puede mentir con las cifras. Si bajan los homicidios, suben las desapariciones. ¿De qué murió mi compadre? De cinco balazos. ¿Y qué dijeron? Infarto”. Añorve también cuestionó la manipulación de cifras oficiales: “Se apoderaron del Inegi y del Coneval. Ya no hay organismos autónomos que avalen los datos. Ellos mismos se fabrican sus verdades”. Mientras se presume una reducción de 13 millones en pobreza, los servicios forenses recibieron más de 100 mil cadáveres en un año, según cifras del propio Inegi.

En el Congreso, la narrativa oficial también se descompone. Añorve relató el episodio bochornoso entre Gerardo Fernández Noroña y el presidente de la mesa directiva, con empujones, vendajes mal colocados y una actuación digna de telenovela de bajo presupuesto. “Ni Netflix ni Hollywood lo van a contratar”, ironizó. El senador narró cómo Noroña se asumió dueño de la mesa directiva, provocó a legisladores, cerró sesiones por capricho y terminó en conferencia de prensa con collarín, brazo vendado y una representación torpe que se desmoronó frente a los medios. “Hasta para farsantes se equivocan”, dijo.

Añorve exigió que los secretarios de Estado comparezcan ante el Senado en la glosa del informe, para rendir cuentas sobre temas como salud, gobernación, relaciones exteriores, agricultura y seguridad. “Ya no pueden esconderse como avestruces. Tienen que ayudarle a la presidenta a defender lo que han hecho bien y explicar lo que han hecho mal”. Denunció casos de corrupción y sobreprecio: Sedalmex, Birmex, el Tren Maya y Dos Bocas, donde no hay detenidos ni explicaciones claras. “El desfalco de Sedalmex con 15 mil millones, la compra de medicamentos con sobreprecio, los contratos asignados por Andy López Beltrán, el Tren Maya que costó 500 mil millones… nadie tocó nada”.

En paralelo, el senador adelantó parte de la agenda legislativa del PRI: exigir que Morena desbloquee la discusión sobre las comisiones bancarias, que calificó como “las más caras del mundo”. “Ya sólo falta que nos cobren por respirar”, dijo, al denunciar que el gobierno de la 4T se hace de la vista gorda ante los abusos financieros que afectan a millones de familias mexicanas. Añorve cerró con un llamado a la política parlamentaria incluyente, reconociendo la prudencia de Ricardo Monreal en momentos de tensión y contrastando su actitud con la de Noroña, a quien describió como “noroyano”, más preocupado por sus transmisiones en vivo que por el posicionamiento de su propio grupo parlamentario.