Bajo el cielo del Patio del Federalismo, el Senado de la República se convirtió en escenario de una noche mexicana que mezcló tradición, sinfonía y memoria musical. El Mariachi 2000 de Cutberto Pérez, acompañado por el director y orquestador Enrique Ramos, ofreció un recital que celebró la Independencia de México con sones que cimbran el alma.


La Junta de Coordinación Política organizó el concierto como parte del programa cultural de la Cámara Alta, donde trabajadores, personal legislativo y senadores como Amalia García Medina, Carolina Viggiano Austria y Manuel Añorve Baños se dieron cita para corear piezas emblemáticas como “Qué bonita es mi tierra”, “La Negra” y “La Bikina”.


El repertorio incluyó un homenaje a José Alfredo Jiménez, con temas como “El último trago” y “Si nos dejan”, y un recorrido por la tierra del mariachi, Jalisco, con “Ay Jalisco no te rajes” y “Guadalajara”. La sorpresa fue un popurrí sinfónico dedicado a The Beatles, que entre “Hey Jude” y “Yellow Submarine”, mostró la versatilidad del mariachi como lenguaje universal.


El cierre fue apoteósico: “Como México no hay dos”, “Mi Ciudad” y “La Charreada” resonaron como himnos de identidad nacional, mientras el violín de Enrique Ramos tejía puentes entre la música folklórica y la sinfónica.

Con 41 años de trayectoria, el Mariachi 2000 nació en Plaza Garibaldi con la misión de llevar la canción mexicana al mundo. Enrique Ramos, formado en el Conservatorio Nacional de Música, ha orquestado desde Cri Crí hasta el alma del mariachi, logrando una fusión que hoy se considera patrimonio cultural de la humanidad.