Desde el Senado de la República, la presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, trazó una postura firme y serena frente a los desafíos institucionales del país. En entrevista durante la sesión solemne con la presidenta del Senado alemán, López Rabadán reafirmó que su gestión será ejemplo de legalidad, pluralidad y respeto entre poderes, dejando claro que el Congreso no será comparsa ni rehén de intereses partidistas.

La legisladora panista subrayó que México necesita una visión positiva de sus legisladores, y que el Congreso debe reflejar la diversidad política del país, no una sola imagen ni un solo color. Rechazó cualquier intento de subordinación institucional y llamó a retomar el respeto entre Ejecutivo, Legislativo y Judicial, defendiendo la trifurcación constitucional como base de la democracia.

Sobre el paquete económico, exigió transparencia total en el uso del erario, advirtiendo que los impuestos de los mexicanos deben convertirse en hospitales, escuelas y seguridad, no en propaganda ni simulación. Denunció la exclusión de la Mesa Directiva en reuniones clave con el Secretario de Hacienda, y pidió que se escuche también a los mexicanos en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde el presupuesto tiene impacto directo.

Ante cuestionamientos sobre temas internacionales, López Rabadán evitó posicionamientos unilaterales y defendió el respeto a todas las visiones, dejando claro que su papel es dirigir un cuerpo colegiado de 500 legisladores, no imponer agendas. “Hoy no es tiempo de debatir, es tiempo de dirigir”, sentenció, reafirmando que lo hará con honorabilidad, legalidad y prestigiando la política.