El Senado de Estados Unidos rechazó este viernes dos propuestas presupuestarias —una presentada por los republicanos y otra por los demócratas— para poner fin al cierre del gobierno federal, que comenzó el 1 de octubre tras el fracaso del Congreso en aprobar el presupuesto antes del fin del año fiscal.

La propuesta republicana obtuvo 54 votos a favor y 44 en contra, mientras que la demócrata fue rechazada con 52 votos en contra y 46 a favor, sin alcanzar el umbral de 60 votos necesarios para superar el filibusterismo y avanzar en el proceso legislativo.

Este estancamiento político ha paralizado parcialmente el aparato estatal, dejando sin fondos a agencias federales y afectando a más de 750,000 empleados públicos, muchos de los cuales han sido enviados a casa sin sueldo, mientras que otros deben seguir trabajando sin recibir pago inmediato.

Las causas del cierre: salud pública y polarización política

El conflicto gira en torno a la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) y los subsidios médicos que los demócratas buscan extender. Los republicanos, por su parte, se niegan a revertir los recortes aprobados en julio por el presidente Donald Trump como parte de su reforma fiscal, conocida como la “Gran y Bonita Ley”.

Los demócratas acusan a los republicanos de querer desmantelar el sistema de salud pública y de negar atención médica a migrantes indocumentados, mientras que los republicanos aseguran que los demócratas están usando el presupuesto como herramienta política para imponer sus condiciones.

Impacto inmediato del cierre

  • Suspensión de servicios no esenciales: museos, parques nacionales, investigaciones científicas y trámites administrativos han sido interrumpidos.
  • Riesgo de despidos masivos: si el cierre se prolonga, la Oficina de Administración y Presupuesto podría ordenar despidos definitivos.
  • Golpe económico: se estima una pérdida de 400 millones de dólares diarios en salarios retenidos, y el impacto podría escalar si el cierre se extiende como el de 2018-2019, que duró 35 días y costó más de 11,000 millones de dólares al PIB.

Sin solución a la vista

Aunque los republicanos controlan el Senado, la Cámara de Representantes y la Casa Blanca, necesitan al menos siete votos demócratas para aprobar cualquier paquete presupuestario. La falta de consenso ha llevado a que no se programen nuevas votaciones durante el fin de semana, lo que podría extender el cierre hasta la próxima semana o más allá.

El presidente Trump ha amenazado con recortes irreversibles si el cierre se prolonga, incluyendo despidos masivos y eliminación de programas sociales. “Podemos hacer cosas durante el cierre que son malas para ellos”, declaró desde el Despacho Oval.