Desde el Senado de la República, Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, lanzó una ofensiva política sin precedentes contra el gobierno de Morena, al que acusó de encabezar una narco dictadura, manipular la opinión pública con encuestas pagadas, pactar con el crimen organizado y destruir las instituciones democráticas del país. Acompañado por senadores de su bancada, Moreno denunció que casas encuestadoras como ENCOL operan como “el brazo ejecutor de Morena”, fabricando percepciones favorables a través de contratos millonarios con dependencias federales. “A mayor popularidad, mayores pagos, mayores billetazos, sobornos y corrupción rampante”, afirmó, mostrando documentos que vinculan a ENCOL con la Lotería Nacional, Fonatur, el IMSS y otras entidades.
El priista reveló contratos entre el gobierno mexicano y una televisora venezolana, acusando al régimen de López Obrador de financiar al dictador Nicolás Maduro. “No es que quieran convertir a México en Venezuela, ya lo están haciendo”, advirtió, señalando que el pacto con el narco y la persecución a opositores son señales claras de una dictadura en construcción. Respondió a las acusaciones de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien admitió públicamente no tener pruebas en su contra. “Como no tenemos nada, ahora vamos a la expropiación”, citó, calificando la estrategia como demencial y denunciando una campaña de persecución política. Exhibió omisiones patrimoniales de Sansores, incluyendo cinco terrenos que suman más de 143 hectáreas, y acusó la existencia de un “clan Sanzores” operando en Campeche, al estilo de los allegados presidenciales. “Tres mil milloncitos mandaron a Suiza estos corruptos”, afirmó.
Moreno acusó directamente al coordinador de Morena en el Senado de ser “líder narco senador de un cartel en México”, y aseguró que el país vive bajo un pacto inconfesable entre el Estado y el crimen organizado. “Lo peor que le pudo haber pasado al país, la peor tragedia, la mayor desgracia, la corrupción, el peligro y la muerte, son estos cínicos y corruptos de Morena”, sentenció.
Sobre la reforma a la Ley de Amparo, calificó como una aberración jurídica el intento de introducir retroactividad, y responsabilizó al oficialismo por lo que llamó una maniobra dictatorial para quitar derechos y libertades. “La ley de amparo es el paso a seguir consolidando la dictadura”, dijo, asegurando que el PRI votó en contra y lo seguirá haciendo ante cualquier intento de modificar la Constitución para consolidar el autoritarismo.
Ante la posibilidad de un juicio político en su contra, Moreno fue tajante: “Ni me voy a echar para atrás, ni me van a asustar. Así nos cueste la vida, vamos a defender la democracia y la libertad en México”. Reiteró que todas las denuncias en su contra han sido ganadas jurídicamente, y que continuará denunciando al gobierno de Morena en México y ante organismos internacionales. “El barco suelta el lastre, y los narcopolíticos ya pesan demasiado”, concluyó.

